tag:blogger.com,1999:blog-47386837363156923162024-03-13T11:22:24.144-07:00hipercandombeMaria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.comBlogger15125tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-80886702063545392302012-11-05T09:20:00.000-08:002012-11-05T10:02:16.621-08:00Ladren lo que ladren los demás<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgay4ee-clD1aBg1DffS9cLR3j_e-uLnINuAYC9KO2HF5fQJAH5o9s1yk2GtvsBPGgTFA-3xtG_PXk3litWmfMQ0vHP0_3EELCf9RHuIoekBPN4STfGwQxi9e05HRjDQOyR59NdO-ebqGWG/s1600/aerografia-momo-sampler.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="319" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgay4ee-clD1aBg1DffS9cLR3j_e-uLnINuAYC9KO2HF5fQJAH5o9s1yk2GtvsBPGgTFA-3xtG_PXk3litWmfMQ0vHP0_3EELCf9RHuIoekBPN4STfGwQxi9e05HRjDQOyR59NdO-ebqGWG/s320/aerografia-momo-sampler.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">(Nota publicada en El Eslabón. Junio de 2012.)</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-size: x-small;"><i><b>Estallido Redondo. Historia ricotera del 2001</b></i> es un cuadernillo que, desde diciembre del año pasado, viene circulando de mano en mano y de link a link (o peer to peer). Ignacio Gago, Ezequiel Gatto, Patricio Suárez y Agustín Valle son sus autores que, escondidos bajo la firma colectiva Perros sin folleto, trabajan juntos desde el 2009 para “pensar a los Redondos”. Este ensayo es un anticipo del libro que están armando para publicar a principios de 2013, con la editorial Tinta Limón. Acá adelantamos algo ¡y que gocen los ratones!</span><br />
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<span style="font-size: x-small;">El que llevó la propuesta al grupo fue Ignacio, quien participa en el Colectivo Juguetes Perdidos. En 2011, al cumplirse una década del “que se vayan todos”, el Centro Cultural La Cazona de Flores –espacio que nuclea a distintas agrupaciones sociales– impulsó jornadas para problematizar los acontecimientos que marcaron el fin de una época y la afirmación de nuevas formas de organización social autónomas y creativas, en medio de la gran crisis económica y de representación política que atravesaba el país. Los Perros sin folleto no podían faltar, se pusieron a trabajar y como resultado salió un ensayo. Redondo. </span><br />
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<span style="font-size: x-small;"> “No es sólo un gusto que nos damos, de escribir sobre la banda con la que estuvimos enfermos la mitad de nuestras vidas, sino porque ahí hay algo para pensar, y eso significa que los sentidos no están agotados”, explica Agustín. Mientras tanto, Ezequiel aclara: “Todos nos relacionamos de manera distinta con la banda, en algún punto esto va más allá de la identidad (ricotera) de cada uno y tiene más que ver con pensar algo que definitivamente marcó un momento de la cultura popular argentina”.
Se podría decir que, salvando algunas distancias, todos coinciden en que esta Historia ricotera del 2001 surgió de la necesidad y el deseo compartido de pensar un acontecimiento histórico concreto: el estallido del diciembre negro; y de postular, por fin, a la experiencia de Los Redondos como objeto de investigación, otorgándole la dimensión de un fenómeno social y cultural que revistió mucha más politicidad de la que se quiere reconocer. </span><br />
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<span style="font-size: x-small;">Esa invisibilidad queda expuesta cuando Perros sin folleto constata que aún no hay estudios dedicados a los Redondos; vacío que “tiene que ver con la tradición intelectual argentina, con lo que se considera pensable. Lo que es un objeto de estudio al cual tienen acceso privilegiado los académicos y para mí lo que sirve para pensar la vida y las situaciones es lo que está vivo”, según argumenta Agustín. Y enseguida subraya que la diferencia principal entre los intelectuales argentinos y los europeos es que “ellos toman a sus coyunturas como grandes universos de pensamiento, es decir: hay una huelga general ¡y refundan la ontología! Entonces, ¿cómo puede ser que tengamos que pensarnos respecto de los lugares donde aparentemente se pone en juego todo y siempre queda tan lejos? si al final la vida siempre está acá, nunca está en otro lado”. Acá estalló algo y la indiferencia ya no se banca. Como dice Ezequiel, “las cosas estallan y toman forma”, entonces ahora hay que pensarlas. </span><br />
<br />
<b> Y el rock como todo llanto </b><br />
<br />
<span style="font-size: x-small;">Perros sin folleto analiza el derrotero que tuvieron los Redonditos de Ricota: desde sus comienzos en el under, a finales de los setenta, en sus actuaciones en el patio de atrás de una casa que aparentemente estaba “en orden”, durante los ochenta, y finalmente en la Nueva Roma de los noventa, en estadios desbordados que fueron el caldo de cultivo para el desmadre, la insurrección. En este sentido, Ignacio advierte lo “sintomático” de la separación de los Redondos en el mismo año en que se produce el estallido del 19 y 20 de diciembre, como el final apoteótico de una época que fue todo un palo.
En el escrito queda plasmada esa dinámica riquísima e inédita de intercambio entre público y banda que instauró un nuevo lugar de resistencia pero también de vanguardia, y en el que se pusieron en juego sensibilidades, nervios, deseos y cuerpos. </span><br />
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<span style="font-size: x-small;">El texto sugiere, también, atender a la creación de nuevos saberes, nuevas formas de existencia y de valorización autónomas: “la subjetivación ricotera” de miles de pibes que, ante el desencantador escenario de los noventa, prefirieron bailar en un rock yugular “los designios de Patricio, esa trascendencia del nosotros”.
De esto se trata el cuadernillo: de hacer inteligibles esas nuevas formas de ser y de estar en el mundo que esos chicos afiebrados fueron forjando al calor de un proceso social y cultural complejo y doloroso.</span><br />
<br />
<b> Esto ya no es rock, mi amor </b><br />
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<span style="font-size: x-small;">“Los Redondos se erigieron como trinchera de los expulsados, no sólo del mercado laboral y de consumo, sino también los expulsados del relato, del mundo simbólico de los noventa. Aquellos que no querían creer en nada pero que sin embargo querían afirmar su existencia”, sostiene Agustín, y apunta que la experiencia redondita “fue albergando un montón de fuerzas que ya estaban circulando en la época, con formas de vida que estaban aguantando, alentándose ahí”, por ejemplo, en cada encuentro, en cada celebración de la misa.
“Esas fuerzas, ese fervor es lo que eclosiona en 2001 en una revuelta que no tiene precedencias. En 2001 se decía que en la asamblea, para que ésta existiera, era condición que caigan las identidades previas de quienes las integraban. El tipo que corta una ruta no lo hace a título de un rol social asignado, sino como alguien que tiene en sus manos lo que está pasando por su presencia. Es decir, una pura negación.</span><br />
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<span style="font-size: x-small;"> Entonces –continúa Agustín– se pueden rastrear un poco esas sensibilidades combativas en el aguante ricotero”.
Para seguir la pista de esa rebeldía, o el precedente del estallido definitivo, los autores insisten sobre los noventa y lo que en esa década se fue gestando, con explosiones más o menos aisladas de protestas sociales con demandas específicas, y con los Redonditos como protagonistas. Y no exageran.
</span><br />
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<span style="font-size: x-small;">La singularidad de Patricio Rey se cristaliza cuando deja de ser un lugar de “trinchera” para ser vanguardia: los enfrentamientos con los titanes del orden, la fuerza pública, la maldita policía. “A ver, a ver, quién dirige la batuta, si los redondos o la yuta hija de puta”. Porque “allí donde el orden reprime, es porque se sintió amenazado”, contribuye Ignacio.
He aquí la “jurisprudencia ricotera”: tal la definición de los sin folleto para referirse a los enfrentamientos de mayo del 98 en el recital de Villa María, donde la policía dio la orden de retirada. “Nosotros, hasta donde pudimos ver, pasó esa vez y en el Cutralcazo del 96”, argumentó Agustín haciendo referencia al hecho que dio origen al movimiento piquetero.</span><br />
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<span style="font-size: x-small;"> También hay que decir que en ésta épica de “las bandas ricoteras”, la dimensión de la violencia inherente al clima de época, incluso más allá del “principio de placer” que rigió cada encuentro alrededor de Patricio Rey desde los antros de los setenta hasta alcanzar la “masividad clandestina” a cielo abierto, hay elementos poco gloriosos que el ensayo omite y que ya no tienen que ver con la lógica autónoma y romántica del pogo, sino con el facazo de los que se salen de la masa. </span><br />
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<span style="font-size: x-small;">Quizás también falte considerar a Los Redondos como un fenómeno más ligado a una lógica de consumo. “En la lectura aparece poco el mercado como espacio de existencia de los Redondos, y tal vez eso explique algunas zonas vacantes que bien podrían enriquecer el problema”, reconoce Ezequiel en ese aspecto sin dejar de anticipar que sobre ese punto, entre otros, vienen discutiendo con el libro como horizonte. </span><br />
<br />
<b> Sólo te pido que se vuelvan a juntar </b><br />
<br />
<span style="font-size: x-small;">Luego del proceso de normalización institucional, de revitalización de la política, y de la nueva “percepción común de lo posible” que se instauró con el kirchnerismo desde 2003, pareciera que en relación a los Redonditos sólo queda pura nostalgia. Perros sin folleto dice: “Para que sigan siendo los Redondos (¡por favor!) que no se vuelvan a juntar. ¿Será que ya no son necesarios en tanto lugar de resistencia y desafío al orden imperante?”.
Ezequiel, Agustín e Ignacio coinciden en que “no se trata de anhelar su regreso, sea como banda o como experiencia politizada”, y concluyen: “Con este cuadernillo nos proponemos, en cambio, algo más simple y más difícil a la vez: rastrear lo que de aquella movida sirva para pensar a la Argentina actual y tensar unas palabras y unas cosas para que de esa fricción nazcan estrategias que potencien formas ambiciosas, colectivas, de activismo y de militancia”.</span></div>
Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-22757669948924163932012-11-05T09:10:00.001-08:002012-11-05T09:20:45.593-08:00“Invocamos al final de los días”<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Nota publicada en <a href="http://redaccionrosario.com/noticias/node/14899" target="_blank">Redacción Rosario</a><br />
<br />
<br />
Este viernes las bandas locales <b>Los Del Fin y Los Readymade</b> tocarán en vivo en <b>Bon Scott, Richieri al 100</b>.
“Nosotros arrancamos 10 en punto. Llegá temprano y disfrutá de este
pop new age o quedate mirando a Pelufo y su tropa de mongomeris”
advierten los apocalípticos músicos del post punk rosarino.<br />
<br />
Los Del Fin es una banda rosarina que se desprende de la disolución de otra. “Antes con otro cantante eramos <i>Tiempos Difíciles</i>, una banda de escuela hardcore mezclada con aires de trash” explicó Lautaro el baterista a<b> Redacción Rosario</b>.<br />
<br />
TD
arrancó a fines del 2005, principios del 2006 en zona oeste, barrio
Belgrano, submundo del que provienen todos los integrantes. Cuando se
disolvió y el cantante quedó afuera del proyecto, siguieron tocando los
otros tres, Gabriel "falso profeta" Medina en guitarra y voz; Julián
"perro negro" Caselli en bajo , y Lautaro "golden boy" Bobadilla a
cargo de la “bataca”.<br />
<br />
Así surgieron Los Del Fin, “porque nosotros
invocamos al final…al final de los días” especificó Lautaro, aunque
aclaró que tampoco desdeñan de ser reconocidos como “los delfines” ya
que “son animales bisexuales y son inteligentes, que también podría
cuadrar con nosotros…”<br />
<br />
“En ese momento -retomó Lautaro- decidimos
hacer algo diferente sin perder la escencia de lo violento que nos dio
el hardcore en alguna época pasada, entonces encaramos la grabación del
disco <i>Violento Sonoro</i> que es la grabación formal de un ensayo que se puede <a href="http://soymutantenetlabel.bandcamp.com/album/003-violento-sonoro">descargar gratis por ahi</a>”.
Luego añadió: “En ese disco, a mi entender, se escucha de toque, el
pasaje del hardcore al trash y del trash a algo de música mas
contemporánea…o mas psicodélica”.<br />
<br />
El baterista contó más o menos
en detalle el proceso de esta banda versátil que puede ir del trash al
punk tropical, tocar en formato trío, o mutar con percusión o con
vientos. Como prueba de ello, en un año (2010-2011) la banda sacó un
disco de estudio <i><b>El mundo o la nada </b></i>que se puede <a href="http://www.megaupload.com/?d=BWNN12PS">descargar gratis acá</a>,
y también se puede comprar en formato boxset, “con el arte de tapa,
letras, y toda la gilada como para tenerlo en casa”, añadió.<br />
<br />
Además, LDF tienen producidos dos video clips, el de la<a href="http://www.youtube.com/watch?v=EEBVmNeKgsU"> Penca</a>, último track de <b><i>El mundo o la nada</i></b>, “en el que se muestra la demolición a mazasos de una habitación en la casa de un amigo”, y <i>El impenetrable</i>,
“un tema que habla de un tipo que abandona la city y sus costumbres y
se interna en el impenetrable chaqueño”. Al respecto, el batero del fin
concluyó: "Nosotros apuntamos a hacer algo casero, con muy poquitos
recursos, sin caretearla pero con calidad…”<br />
<br />
A propósito, la fecha
elegida por esta banda para tocar en vivo junto a Los Radymade que a su
vez estrenarán disco, coincide con las cifras once del once del once,
que tanta mística apocalíptica e histeria colectiva desatan en el mundo
entero. Mientras se congregan miles de personas en el cerro Uritorco y
Darren Lynn, director de la saga terrorífica Saw, estrena su película <i>11-11-11. The end is now</i>, Los Del Fin harán su ritual post satánico en un bar de Pichincha., eso sí, exigen puntualidad.</div>
Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-57387948865733479502011-11-18T15:02:00.000-08:002011-11-18T15:05:02.637-08:00Osvaldo Lamborghini: Un brillo de fraude y neón.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6lxcG9NtA4Bqdn6m0rXQ9bDSxxzurHMX_m_95LTpcxbbVNGNyXIuSoXaS-1mWV8mYbNtILT220YZEkFZkEwj6eRF9BbIcnLw45zE5VBe84_jKW7uMFT8Hw6ElclFSdZWoLjM2y9J_Zjdo/s1600/osvaldol.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6lxcG9NtA4Bqdn6m0rXQ9bDSxxzurHMX_m_95LTpcxbbVNGNyXIuSoXaS-1mWV8mYbNtILT220YZEkFZkEwj6eRF9BbIcnLw45zE5VBe84_jKW7uMFT8Hw6ElclFSdZWoLjM2y9J_Zjdo/s320/osvaldol.jpg" width="231" /></a></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b>Nota publicada en el Nº 5 de revista En Voz Alta.</b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">La excusa es que la editorial Mondadori reunió en dos tomos –</span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">Novelas</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"> y </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">Cuentos I</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"> y </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">II </i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"> su obra narrativa casi completa; el verdadero motivo es la manija, el rodeo y renuencia que a menudo produce leer a Osvaldo Lamborghini, con el puñado de cosas que dejó escritas para eso, para provocar, enmanijar y viciar una lectura y escrituras que proliferaron a posteriori sin ton ni son, o mejor, al ritmo de estridencias, risotadas y aullidos desesperantes.</span><br />
<div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 18px;"> </span><span class="Apple-style-span" style="line-height: 18px;">Osvaldo Lamborghini nació en Buenos Aires el 12 de abril de 1940 y murió en Barcelona el 18 de noviembre de 1985. En el medio, su vida transcurrió en un desplazamiento continuo, nomadismo como le dicen, entre Buenos Aires, Mar del Plata y Barcelona. En ese zigzagueo escribió todo lo que hoy nos ocupa.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lejos de ostentar una obra para ser leída “con admiración y en silencio”, dejó flotando una especie de mito <i>underground</i>, marginal, “ilegible” y tentador por lo que naturalmente todos o casi todos los que sí están dentro de la cultura oficial quisieron hablar y escribir sobre él y su obra y polemizar con dimes y diretes sobre un Lamborghini que quizás desde el más allá o desde un rincón de esta misma hoja nos esté interpelando: –“¿Están locos, o les pica el culo?”. Sí, ese mismo que escribió <i>El Fiord</i>, el mítico cuento que circuló en la semiclandestinidad a fines de los años ‘60 entre militantes e intelectuales de la época.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Para economizar epítetos podría decir que se trata de un relato… ¡alegórico! como muchos de sus escritos, que contiene reminiscencias de la fragancia fétida del romanticismo <i>gore</i> del Matadero echeverriano, pero más porno y definitivamente más combativo…y triunfante, es decir, revolucionario. “Así practica <i>El Fiord</i> una barroquización sorprendente: (…) Tapiz apretujado, pero en vez de esplander en la nobleza de sus gasas y aterciopelados moños, se urde a espumarajos, a escupitajos, a baldes de sangre y mierda, a chonguerías”. Si Néstor Perlongher no especificara podría estar hablando de cualquiera de los dos, o no. Lo cierto es que <i>El Fiord</i> es su monstruaria opera prima, su “matrice” (como el Matadero a la narrativa argentina) que además encabeza el primer tomo de esta nueva edición. Pero no por ser la primera obra publicada del autor adquiere valor y trascendencia, sino porque es una de las piezas narrativas de Lamborghini, que a juicio de quien escribe, le da una cuota sensata de sentido a todo esto, y es precisamente la dimensión política e ideológica que gravita en ella. Casi todo lo demás es una cuestión de estilo, pura paja lamborghiniana, de lo que sin dudas también se hablará. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ni marxista, ni peronista: fiordista. <o:p></o:p></span></span></b></div><div class="MsoNormal"><b><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></span></b></div><div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2-Yj3a_vvd6fs3RwQvg47YFXx0UiJGpcxDzCkm8EFTqvHwWPJUDd6sBiDFjCAUHI7L5Sp-KPS4_mwx7_tapMiH_RsB2WYuaMP8NCO7CErW97O_sBIBDFS-Usp5mcqMaYHIpl-yq6PSz6_/s1600/elfiord.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2-Yj3a_vvd6fs3RwQvg47YFXx0UiJGpcxDzCkm8EFTqvHwWPJUDd6sBiDFjCAUHI7L5Sp-KPS4_mwx7_tapMiH_RsB2WYuaMP8NCO7CErW97O_sBIBDFS-Usp5mcqMaYHIpl-yq6PSz6_/s1600/elfiord.jpg" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><span style="line-height: 115%;">El Fiord</span></i><span style="line-height: 115%;"> (Chinatown, 1968) como pieza clave o corolario de la obra de O.L salió a la luz durante el onganiato, entre los cada vez más acalorados debates obrero-sindicales, y las resistencias, tendencias y peronismos varios. Había para hacer dulce y Lamborghini además se armó una “fiestonga”, porque eso es <i>El Fiord</i>: Una orgía de representaciones políticas de la época donde la violencia –inherente a toda contienda política– y la sexualidad se viven intensamente en y por los cuerpos de todos los personajes. Por un lado las bases peronistas de la resistencia (Sebas, un “enfermo de anemia perniciosa”, “una geografía del hambre”); por otro, la disputa en el ámbito de la “legalidad”: el sindicalismo burocrático que por siempre se arrogó la representación de Toda la Clase Obrera y sus contradicciones internas, personificadas entre la parturienta Carla Greta Terón (CGT), la lujuriosa Alcira Fafó (Andrés Framini) y la miserable criatura (“en lo que hace al tamaño, entendámonos”) Atilio Tancredo Vacán (Augusto Timoteo Vandor). Por último o en principio, El Monstruo borgeano, “nuestro abusivo Dueño y Señor”, “Hijo de puta Amo y Señor”, “Chancho Burgués” con su “sonrisa ortopédica”, el Loco Rodríguez, quien encarna y descarna la figura de Perón.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 115%;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 115%;">Ricardo Piglia en <i>La Argentina en pedazos</i> dice que aquel país que alucinan los escritores en la ficción de sus tramas “debe leerse a contraluz de la </span><span class="apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #222222;">«</span></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 115%;">historia verdadera</span><span class="apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #222222;">»,</span></span><span class="apple-converted-space" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #222222;"> </span></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 115%;">y como su pesadilla”, porque “la literatura tiene siempre una marca utópica, cifra el porvenir y actualiza constantemente los puntos clave de la política y de la cultura argentina”.</span></div><div class="MsoNormal"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo paradojal de <i>El Fiord</i> radica en ese ida y vuelta constante entre el relato ficcional y su co<span class="msoDel"><del cite="mailto:Lu" datetime="2011-09-16T13:55"></del></span></span></span><br />
<span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="msoDel">-</span></span></span><br />
<span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">relato en la realidad, porque si bien en <i>El Fiord</i> finalmente triunfa la revolución: “Así, salimos en manifestación” (tras cagarse los oprimidos, literalmente en el Loco, matarlo y comérselo en banquete), el mismo relato presagia lo peor, se anticipa al horror diametralmente inverso que desembocó en la última dictadura. A fines de los ‘70 en <i>Sebregondi se excede</i> O.L punteó: “Después del 24 de marzo de 1976, ocurrió. Ocurrió como en <i>El</i> Fiord. Ocurrió. Pero ya había ocurrido en pleno Fiord”.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">La marca utópica de Lamborghini en </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">El fiord</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"> es doble y contradictoria. Por un lado, ¡la revolución! Y por el otro… ¡Vandor! que adquiere un rol no marginal, pero si pasivo –salvo por la masturbación– en la trama del cuento. Sin embargo el vandorismo en Lamborghini o la hipótesis de un “Lamborghini vandorista” es un invento de César Aira</span><span class="msoIns" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"><ins cite="mailto:Lu" datetime="2011-09-16T21:38"></ins></span><br />
<span class="msoIns" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">,</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"> quien le atribuye la opinión de que “con el asesinato de Vandor se terminó con la clase obrera”, y otras patrañas por el estilo que luego compró Fabián Casas y volcó en un ensayo </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">bonsai</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"> dedicado a Leónidas, </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">El Hermano Mayor</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">. Allí hace referencia a una supuesta rivalidad tragicómica de los hermanos Lamborghini, “Caín y Abel, o Caín y Caín”. Casas dice que Leónidas Lamborghini es lo único revolucionario que tiene el peronismo y que por el contrario Osvaldo parece encontrar “su estética y su ética en la derecha peronista más reaccionaria y monstruosa”. “Osvaldo – dice House– no sólo quería un peronismo sin Perón, sino un lamborghinismo sin Leónidas”. Casas a veces es muy camiseta (de Leónidas) pero hasta donde sabemos, Osvaldo a diferencia del autor del </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">Solicitante descolocado</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">, no se declaró peronista sino para parodiar o para-odiar: “Me gustaría lamerle el culo a un general” clamó </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">El Hermano Menor</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">, atribuyéndoselo a un “don de familia”.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">Elsa Drucaroff, por su parte y como contrapunto a la hipótesis de Aira, rescata a un Lamborghini de izquierda, un Lamborghini en tanto sujeto social que ejerce el oficio de escritor, y a su escritura como resultado insoslayable entre la historia y su subjetividad. “El 24 de marzo de 1976, yo, que era loco, homosexual, marxista, drogadicto y alcohólico, me volví loco, homosexual, marxista, drogadicto y alcohólico”. Cortar por lo sano con este embrollo consistiría en rechazar de plano esa caricatura de un Lamborghini peronista de cotillón, (a lo Gatica) en la versión libre de Aira y recuperar sí, aquella consigna preferida de Perlongher que vociferaba un asambleísta al otro lado del </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">Fiord</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">: ¡Jamás seremos vandoristas! Jamás.</span></div><div class="MsoNormal"><b><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></span></b></div><div class="MsoNormal"><b><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“Y por más que el lector sufra, el perverso jamás rima”<o:p></o:p></span></span></b></div><div class="MsoNormal"><b><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></span></b></div><div class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuraWG-wRwjR6UaUztL2WijQ6DUJEPZZ8Egm7HOQqHR7_hOF_pm5I8S4EY5GO5rI8lUd5jeu6zqQph7ULw7wKRi3xdOfZIAvuVC5HUHzABSoMxwGo2YiOxLlIOLKMZ2bUubqMTJySmX9Ue/s1600/lamborghini.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="187" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuraWG-wRwjR6UaUztL2WijQ6DUJEPZZ8Egm7HOQqHR7_hOF_pm5I8S4EY5GO5rI8lUd5jeu6zqQph7ULw7wKRi3xdOfZIAvuVC5HUHzABSoMxwGo2YiOxLlIOLKMZ2bUubqMTJySmX9Ue/s320/lamborghini.jpg" width="320" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><span style="line-height: 115%;">El niño proletario</span></i><span style="line-height: 115%;">, <i>La causa justa</i>, el <i>Pibe barulo</i> y <i>Cloaca Iván</i> son los otros textos en que Lamborghini se deja leer, y como aconseja Piglia, <i>a contraluz de la </i></span><span class="apple-style-span"><i><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #222222;">«</span></i></span><i><span style="line-height: 115%;">historia verdadera</span></i><span class="apple-style-span"><i><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; color: #222222;">»</span></i></span><i><span style="line-height: 115%;">.</span></i><span style="line-height: 115%;"> Relatos cifrados en ese humor díscolo, telúrico y puteador, que cobra vida y sentido en la <i>Gran Llanura del Chiste</i>, donde el tabú de la homosexualidad masculina es abducido en el más profundo agujero negro e infinito del terror de una sociedad medio psicótica y milica, como la nuestra, que siempre anda con cuidado porque si se da vuelta, capaz le gusta. En tanto, la guerra (de Malvinas) y el fútbol se erigen como los “supremos deportes de las sociedades masculinas”, al decir de Perlongher y al parodiar de Lambor: “Es formidable: Argentina, (¡Argentina, Argentina!) especula con la caída del Imperio británico”. Por último, <i>El niño proletario</i> es el más lineal en términos narrativos, pero también el más visceral cuando el chiste se torna pesadilla y una vez más la alegoría se hace carne en el cuerpo de una clase sometida por otra mediante el abuso, la vejación y el oprobio.</span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">Con todo, no es una presunción absurda creer que está sobrevaluada la obra de O.L. No es el Borges de la contracultura literaria como quiere Aira, preguntándose: “¿cómo se puede escribir tan bien?”, en la elogiosa albacea con que prologó la primera edición de Serbal en 1988, luego de la muerte de Lamborghini. Además, que esté sobrevaluada no significa que no valga la pena hacer el intento de leerlo, de caer en sus garras por fascinación o aturdimiento y de reescribirlo como hacemos acá. Pero volviendo al “¿cómo se puede escribir tan bien?”, pero para descartarlo, nos preguntamos mejor: ¿Qué quería hacer Lamborghini con la escritura? A confesión de partes, en </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">Sebregondi se excede</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">, O.L dice: “Cuando el ser, pero no hay ser, ¡entendámonos!, tiene la vida tacha. Tampoco hay no ser, porque lo único que hay es lo único que no importa: el lenguaje. Los directamente implicados en el fraude, en el negocio flatulento de la mentira, ésos: ésos cultivan el lenguaje. Aquí se trata de matar.” Al parecer, en Lamborghini se trata de la destrucción, </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">de matar</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"> el lenguaje literario a medida que va labrando uno propio en una escritura para sí mismo.</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">La convencionalidad de la lengua (que adquiere estatuto de ley) es lo que para Lamborghini encierra el fraude (sobre todo en la literatura argentina de salón). Sin embargo, y por otra parte, cabe preguntarse si el parto retardado y tortuoso de ese otro lenguaje no será la mejor expresión del autoerotismo en el ejercicio de la escritura misma. La paja lamborghiniana: Escribo para mí, ¿y qué? Parece decirnos cuando manifiesta: "Es difícil no gustarle a nadie". Nicolás Rosa advirtió en Osvaldo Lamborghini “una lengua filosa, y ¡guay! del que se atreva a desafiarla, es decir, a leerla; cuidado los universitarios, cuidado los críticos, cuidado los panfletistas, cuidado los novelistas de aquí o de allá, cuidado: aquí la retórica opera con dos entidades, la blasfemia y el insulto. Un verdadero escupitajo en la cara de la literatura argentina que prevemos no dejará herederos, él es su propia heredad”. Rosa tiene razón, nadie heredó nada. Sus contemporáneos, aquéllos que</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"> </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">lo conocieron, no lo heredaron, lo reinventaron en clave amor-odio. Entendámonos, lo consagraron en mito, en el “maldito mito”. Los giles que venimos detrás nos encontramos con </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">Las Sagradas Escrituras</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"> de Osvaldo Lamborghini y pensamos (para consolarnos) que se trata de una farsa: nos precipitamos ante un Lamborghini estafador,</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;"> </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">prestidigitador de lo imposible en ese lugar-no lugar donde todo es posible: la literatura. “Un brillo de fraude y neón”, incandescente o </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">iridiscente</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 18px;">, así se erige el menor de los Lamborghini, que aunque nos embauque, a tontas y a locas lo seguimos leyendo. </span></div></div>Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-46039223392677777142011-11-18T14:40:00.000-08:002011-11-18T14:44:55.811-08:00Los que hablan En Voz Alta<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><span class="Apple-style-span" style="background-color: black; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 11px; line-height: 14px;">Nota publicada en la edición N°113 de <a href="https://www.facebook.com/periodicoeleslabon" target="_blank">El Eslabón</a>.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 11px; line-height: 14px;"><br />
</span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3rYgdG2QRJVFNbIN0AiC2RA2gI7LgfOYxk2-okPkMVl39rW_RlgYy7GQ6anMN7ZKrS_DoF2uxoCUoyVFKEEE8j6a4a16dTj1bbvonZOJeBEsxZj4_4xOucOyfZUDq07nUYAUDgYzQdStc/s1600/332938_301094593242317_301093109909132_1188242_1758568443_o.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3rYgdG2QRJVFNbIN0AiC2RA2gI7LgfOYxk2-okPkMVl39rW_RlgYy7GQ6anMN7ZKrS_DoF2uxoCUoyVFKEEE8j6a4a16dTj1bbvonZOJeBEsxZj4_4xOucOyfZUDq07nUYAUDgYzQdStc/s320/332938_301094593242317_301093109909132_1188242_1758568443_o.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Portada del último número de la publicación literaria.</td></tr>
</tbody></table><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">La revista de cuentos y poesías En Voz Alta que desde hace cinco años reúne a artistas anónimos y no tan anónimos de la ciudad a través de convocatorias abiertas, tiene en puerta un nuevo numero que se lanzará al público a mediados de noviembre. Según afirman sus realizadores, la quinta edición de E.V.A viene con “calidad Premium”. No es arrogancia; </span><span class="apple-style-span" style="line-height: 18px;"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">los mortales que están detrás de este proyecto afirman contrariados que la revista “funciona sola. Ya casi no nos necesita”. Incluso desde las redes sociales En Voz Alta habla en primera persona: “No soy una revista snob, no insistan.”</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 2.25pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 2.25pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Más allá del ardid y la pompa que vociferan los alteregos de dicha publicación, la propuesta de En Voz Alta viene siendo algo más que una “revista literaria” sino un proyecto de arte colectivo corporizado sí, en 60 cálidas páginas en blanco y negro que se imprimen y distribuyen en la ciudad. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 2.25pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 2.25pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Además es sabido que detrás de un proyecto de estas características que dure más de tres meses hay como mínimo ocho personas más o menos serias dispuestas a casi todo. Tal es el caso de estos purretes que “por amor al arte” se las arreglan para ampliar la cantidad de páginas e incluir a más autores, por apostar a la calidad, por salir a vender revistas y publicidades, asistir a eventos, ferias; por seleccionar los textos y las ilustraciones más conmovedoras de los tantos que mandan, en fin, por hacerla más linda y para que llegue a la mayor cantidad de personas posible. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 2.25pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 2.25pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Los realizadores de E.V.A son todavía jóvenes y de Rosario; algunos de ellos se prestaron en la oportunidad para hablar (en voz alta) de la revista. El derrotero de la charla es un idéntico al de cada tertulia semanal convocada para decidir cuestiones vitales sobre la revista, aunque como ellos aseguran, siempre se termine hablando de pornografía. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 2.25pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 2.25pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">“La revi es una</span></span><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"> construcción autogestiva y colectiva, en la cual un grupo de mutantes víctimas del sistema y gestores de su misma reproducción tratan de bajar línea implícitamente a través de convocatorias abiertas al público con el objetivo de difuminar la barrera entre autor-yo publico y lector-yo recibo y admiro el trabajo de otros porque son mejor que yo”, reflexionó con seriedad de superhéroe Daniel Basilio, integrante del staff desde los inicios de la revista. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 2.25pt;"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 2.25pt;"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">En este sentido y en pos de acortar brechas, Basilio insistió: “Pero lo que quiero decir es que el arte está interconectado y si bien la revista parte desde la literatura, lo nuestro es extensivo a las otras artes porque las influencias vienen de todos lados, por eso la idea de literatura urbana es para restituir la relación entre el arte y la vida, lo cotidiano, sin caer en un realismo costumbrista”. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 2.25pt;"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 2.25pt;"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Pareciera irse todo por la tangente, como en cada reunión grupal donde hablar de números y fechas de publicación es lo último que se resuelve y a las apuradas. Sin embargo Felipe Nicastro, el benjamín del grupo, con paciencia y astucia retomó la idea que dejó flotando su compañero: </span><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">“Yo creo que justamente si una de las cosas que la revista puede lograr es achicar la distancia lector-escritor, hay una parte que falta que es la de que el escritor que participe, se involucre con la revista y sirva como caja de resonancia de la misma,</span></span><span class="Ttulo1Car"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">porque en definitiva somos un espacio para que aparezcan nuevas voces”. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Nicastro que entre otras cosas es aficionado al vampirismo, abrió otra cuestión no menor: el rol que asume el eventual escritor respecto a la publicación. “Lo ideal sería que a la revista se la tome, </span></span><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">se la apropien quienes quieran publicar y juntarse con otros para publicarse entre ellos y al de al lado que también tiene un blog o un cuadernito; que sea una cuestión viral y epidémica, no una alergia estacional. Porque quien nos lee sabe que también es un potencial publicador</span><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"> </span><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">o sea, si bien hay un filtro editorial el objetivo de la revi no es publicarnos a nosotros únicamente</span><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"> y para eso también es necesario cierto compromiso. Pienso <span class="apple-style-span">que en la literatura debe haber un trabajo como si se tratase de una pequeña artesanía”, replicó. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 10.5pt; margin-bottom: 2.25pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 10.5pt; margin-bottom: 2.25pt;"><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt;">Por su parte Analía Lardone, alma mater de E.V.A, hizo un balance sincrético, es decir, sin vueltas </span></span><span class="apple-style-span"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt;">sobre esta experiencia que se sostiene a pulmón: “Los que hacemos la revista somos personas con trabajo, estudio, ocupaciones y se nos complica organizarnos en cuanto a la venta, distribución, etcétera. Todavía tenemos cierta informalidad en cuanto a los procesos, pero también un poco de eso se trata, ¿no?”. Al cierre de una edición que se programa anualmente, Analía es la que va cerrando y ultimando los detalles de la próxima publicación que se viene con “altos textos y altas ilustraciones”. Todo a pulmón y “sin fines de lucro” ya que lo que se recauda va a un fondo común para que En Voz Alta pueda salir. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 10.5pt;"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 10.5pt;"><span style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 10pt;">“Siempre un proyecto encarado de forma independiente jode el bolsillo pero por suerte la gente nos apoya cada vez más y la revista de a poquito va tomando forma, sobre todo gracias a los lectores, aportantes, artistas, amigos, ¡y no lectores también!”, comentó Analía con entusiasmo. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 14px;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 14px;">A propósito de la revista,</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 14px;"> </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 14px;">Lardone hizo un alto para recordar a modo de invitación, que el 16 de noviembre a partir de las 20 en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC) En Voz Alta presenta su quinto número con música, teatro y algunas sorpresas más. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 14px;">El proyecto que está en marcha desde el 2007 va</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 14px;"> </span><i style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 14px;">in crescendo</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 14px;">, porque así como testimonian estos</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 14px;"> </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 14px;">jóvenes, sortear los escollos de la contingencia burocrática, los costos de impresión, los desencuentros, los cuelgues y las responsabilidades y el desvarío típico que le cabe a cada integrante, no son suficientes para torcer la voluntad popular, porque en Voz Alta es </span><i style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 14px;">vox populi</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 14px;">.</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div></div>Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-24888428282484424532011-02-08T10:17:00.000-08:002011-02-08T10:31:28.889-08:00<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><br />
<div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 16pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Muere joven y deja obra <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 16pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La vida breve de Andrés Caicedo*<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">(Articulo publicado en la revista En voz alta. Nº4)</span></span></div><div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt; font-weight: normal;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></o:p></span></div><div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW0hTp0jj-aJ1eZQc7uNVGq8HWhByl5aWX8vNUzUQh3JEeJsFaslAYhyZGf9OPE_giCh866JExQZbANv_alCxz3ncdy55lnoxH27ogH5crVlf52NrN2o3XDKBxjsc5Cdvxtek_UBuO4Fjd/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW0hTp0jj-aJ1eZQc7uNVGq8HWhByl5aWX8vNUzUQh3JEeJsFaslAYhyZGf9OPE_giCh866JExQZbANv_alCxz3ncdy55lnoxH27ogH5crVlf52NrN2o3XDKBxjsc5Cdvxtek_UBuO4Fjd/s320/images.jpg" width="258" /></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt; font-weight: normal;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span></o:p></span><br />
<div style="margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="color: white;"><i><span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-small;">“</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El mundo nos abandona mucho antes </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><i><span lang="ES-TRAD">de que nos vayamos para siempre” </span></i></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">Louis Ferdinand Céline</span></span></i></span></div><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><u1:p></u1:p> </span></i></span><br />
<div style="margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: left;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="color: white;"><br />
</span></span></i><br />
<i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="color: white;">“Los pocos que consiguen desgarrarse con violencia,</span></span></i></div><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><u1:p></u1:p> </span></i></span><br />
<div style="margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="color: white;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">logran lo absoluto y sucumben de manera admirable: </span></span></i></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">son los trágicos, su numero es reducido.”</span></span></i></span></div><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><u1:p></u1:p> </span></i></span><br />
<div style="margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: left;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">Herman Hesse</span><o:p></o:p></span></i></span></div><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><u1:p></u1:p> </span></i><div class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 10pt;"><br />
</div></span></div><div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: left;"></div><div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Trabajar en una librería para un/a joven estudiante podría ser (mal) entendido como un privilegio ante quienes se asumen como buenos o meros lectores. El lado b de este módico sueño ¿pseudo-hipster? es que se trate de una librería situada en el corazón mismo de un Shopping. No se diga más. Pero los milagros ocurren, sobre todo cuando se trata de un hallazgo en medio de una librería babilónica del híper-consumo- y de la híper oferta-demanda de Aguinis, Yofres, Stamateas, Coehlos, etcéteras. Este fenómeno-hallazgo muchas veces ocurre como resultado del azar -lo cual intensifica el goce- o como cuando un libro te lleva hacia otro. Algo así como el efecto mamushka de la literatura. Siempre hay un libro o muchos dentro de otro. Este mecanismo de intertextualidad nos garantiza siempre grandes y gratas sorpresas. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">A fines del 2007 en esta especie de librería, sobre las mesas de novedades encontré, de pasada, un libro con una portada muy llamativa -por lo psicodélica- y con un titulo encantador: “Qué viva la música”. ¿Andrés Caicedo? Jamás había oído hablar de él. A primera vista el titulo me atrapó por la sencilla razón de que ya venia yo en el tren beatnik con rumbo incierto, y pensé que quizás esta novela era la próxima parada. Mas o menos así fue: Estación rock & pop pero del subdesarrollo. Lo revelador fue que el prólogo estaba a cargo de Fabián Casas. He aquí el milagro, un momento epifánico: de la mano de Casas un nuevo autor entró a mi vida. “¡Welcome, Andrés!” A partir de allí comenzó mi travesía con este colombiano y lo confieso, caicedisticamente me enrumbé. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Andresito vivió poco y escribió mucho. Como dice Casas en el ya mencionado prólogo “Su vida fue un haiku”. En <st1:metricconverter productid="1977 a" w:st="on">1977 a</st1:metricconverter> los 25 años, el mismo día que tuviera en sus manos el primer ejemplar de su única novela, se tomó 60 pastillas de Seconal y chau. Pasó a ser historia, mito y leyenda. Mito y leyenda de Colombia y noticia para el resto de Latinoamérica, que le da la bienvenida a toda su obra editada recientemente por Norma.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">De vida en reversa, asexuado, border y esquizoide; delgado y frágil, miope y tartamudo- zanjada así la distancia con casi todos los demás-. A buen entendedor: un freak total. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Andrés era un caleño <i>atravesado</i>, si, pero sobre todo, era un adelantado a su época: un profeta desterrado, porque no se hallaba en ninguna parte, salvo en las salas oscuras del cine-club. <i>“acabo de salir del cine y contemplo con horror la noche que me habita dentro”.</i> Preso en su ciudad como en su propio cuerpo, mientras Colombia era Macondo y nada más, Caicedo escribió: “<i>Cali es un calabozo y aquí estoy yo”. <o:p></o:p></i></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> <b>La obra</b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b></b>Desde este <i>calicalabozo</i>, y sobre todo desde su inframundo interior, Caicedo gestó una narrativa contracultural. Como el reverso del boom latinoamericano, y como manifiesto de una generación pop-rockera que carecía de un cauce de expresión.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Andrés, entonces, con el zoom puesto en las grietas mohosas de una Colombia tropical y subdesarrollada, asediada por la violencia instalada en las calles, la rumba y el narcotráfico, se quiso auto explicar, para no decir que murió en el intento. Esta visión descarnada que se puede leer en casi toda su obra constituye un realismo trágico, negro sobre blanco, que contrasta cabalmente con el tan aclamado realismo mágico del Gran Gabo Nobel de la literatura. “Mientras García Márquez, el mismo año, se maravillaba con mariposas amarillas, Caicedo se obsesionaba con Taxi Driver y los Stones” comentó Alberto Fuguet en la contratapa de <i>Que viva <st1:personname productid="la Msica." w:st="on">la Música.</st1:personname> <u><o:p></o:p></u></i></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con un lenguaje propio, de su tiempo, coloquial y fuertemente localista, este joven eterno habitó sus historias de personajes con destinos fatales, que se deslizan en distintos planos sobre una misma escena, urbana pero caliente. Los días en Cali eran todos igualmente agotadores. Las noches en cambio, eran el convite a dejarse caer -salsa-sexo-drogas y un poco de rock mediante- por la espiral descendiente, de muerte en muerte. Todos sus personajes eran -como él- adolescentes viejos que morían de apoco en cada fiesta.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Escribió con una velocidad endemoniada todo lo que, a sabiendas, lo eternizaría post mortem: <i>“dejo algo de obra y muero tranquilo”.</i> Todo lo que publicó en vida es desproporcionalmente menor a la gran posdata con la que nos encontramos tres décadas después: guiones de cine (sobre todo westerns), obras de teatro, cuentos y poesía, artículos de crítica cinematográfica, diarios personales y mucha correspondencia. Cinéfilo, cinépata, cinéfago, o también como él mismo se solía llamar, cinesifilítico. ¿Qué se puede hacer salvo ver películas? se preguntaba Charly García en Argentina, en el mismo año en que la pantalla de Caicedo se ponía en negro para dar lugar a los créditos. Porque más acá de la literatura, AC cultivó desde muy pequeño un amor obseso por la imagen y el movimiento. Fundó la primera cinemateca de Cali y dirigió la revista <i>Ojo al Cine</i> en la cual publicó la mayoría de sus apasionantes artículos, junto a su reducto de amigos entrañables que adoraban el cine y la literatura tanto como él. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">“En su mundo de celuloide <i>Andrés era tan</i> feliz” tanto que mientras los literatos de la época acariciaban el sueño de Paris, Caicedo viajaba a Los Ángeles para vender dos de sus guiones de cine. Fracasó, y decepcionado a su vuelta dijo que al final “Hollywood no existía”. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;">Sin ir más lejos, la historia de vida de Andrés transcurrió dentro de una constelación edípica estancada y con todos los pormenores harto conocidos del ABC de la novela familiar de las clases medias. Único hijo varón con tres hermanas mujeres, una madre sobreprotectora y un padre eterno-rival. La distancia irreductible entre AC y su familia -menos con Rosarito, su hermana mayor- es la que mediaba entre él y el resto del mundo. Entre su tormento y la incomprensión de la gente para los que incurren en “la </span><span lang="ES" style="font-weight: normal;">inconveniencia de complicarse innecesariamente la vida.”</span><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> </span><u><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></u></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>Entre la vida y la muerte, el cine</b></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es probable –o no- que como dijo Fuguet, si Andresito estuviese entre nosotros, “la hubiese pasado mejor”. Hoy seria un post-adolescente <i>con problemas</i>, pero con un blog. Las herramientas que brinda Internet le hubiesen permitido mantenerse en contacto con miles de jovencitos empantanados al igual que él. Empero, más que un triste Blogger, Caicedo hubiese preferido ser lo que fue. Precoz y maldito, la idea de llegar a viejo le parecía un despropósito.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> Allá en los setenta aspiró a permanecer dejando testimonio por escrito – a maquina- del infierno en vida que le toco vivir, tanto en Cali como dentro de si mismo: <i>“y es que he venido a saber que soy de raza triste, que mi tristeza es congénita, tristeza de madrugada y de antes de cerrar los ojos </i>(…)<i> Ahora escribo para calmarme y para buscar un orden. Me da un miedo atroz pensar en que se está debilitando mi interés por todo.”<o:p></o:p></i></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Entre la angustia, el valium “blues”, y una pulsión de muerte al mango: dos tentativas de suicidio. Desde una clínica de rehabilitación en Bogotá, Andrés le comunica –correspondencia mediante- a su amigo y redactor de Ojo al Cine: <i>“Querido Miguel: Todavía no alcanzo a morirme.”</i> <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEit9VS8BHtfzprcfn2kWizxTYLUtI7AAVdAZ0OTfYG-sxbkz-2BJFMk5Hf0AIvuELFJ-PspeI_ouDbQ5aoTwDW-Hupl1x_co6-tgNb9E90lOl2bW2oNJSNZc4-YlgX4XgYoreGE-sjWFv4x/s1600/portada.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEit9VS8BHtfzprcfn2kWizxTYLUtI7AAVdAZ0OTfYG-sxbkz-2BJFMk5Hf0AIvuELFJ-PspeI_ouDbQ5aoTwDW-Hupl1x_co6-tgNb9E90lOl2bW2oNJSNZc4-YlgX4XgYoreGE-sjWFv4x/s320/portada.jpg" width="220" /></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sin embargo, el propósito de este artículo no es otro que el de echar luz sobre esta novedad literaria que viene flotando en el limbo desde hace más de 30 años. Es decir, de ningún modo hacer de esto, crónica de una tragedia a lo Cobain. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo cierto es que Nuestro Rimbaud del siglo XX, más que un fenómeno literario, fue -o mejor dicho- es, un fenómeno de la crítica cinematográfica. Henry Miller escribió: “lo que no está en plena calle es falso, inventado, es decir, literatura”. Con esto, lo que quiero decir es que toda la obra Caicediana es literatura pura. No seria justo pasar por alto que, así como supo explotar y agotar el género epistolar, también están sus cuentos, algunos más ágiles y otros no tanto, pero todos cargados de una virulencia atroz. Sobre todo aquella especie de “manifiesto punk” llegando al final de <i>Que viva la música</i>. Quizás la mejor parte de su única novela llena de lirismo y delirio, narrada en primera persona por una adolescente burguesa (María de los Ángeles Huerta) que se inicia en la larga y peligrosa noche de Cali. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">No obstante, el rigor que toda pasión exige, está puesto en sus escritos dedicados minuciosamente al cine.<i> “El concepto de que el cuadro, el fotograma, es la ventana al mundo, es de hecho un pensamiento hermoso, liberador”.</i> Andrés Caicedo se lo vio todo y nos dejó un registro impecable de las mejores y peores obras cinematográficas, desde el cine mudo hasta la fecha que data su muerte. Amaba al cine en general con la misma intensidad que odiaba algunas películas en particular. Desde los hermanos Marx, Hitchcock y su admirado Robert Rossen, hasta Brian de Palma. Implacable con lo que consideraba como “películas de mierda” -tanto así que se propuso “escribir una impugnación general a Robert Altman”-; fascinador y categórico cuando quedaba maravillado. Son muchos los artículos, pero yo solo pude ojear algunos de la fructuosa recopilación de textos del escritor, que el periodista chileno Alberto Fuguet consumó en “Mi cuerpo es una celda, Una autobiografía”. (Norma, Colección La otra orilla). De aquellos escritos me quedo con dos o tres resonando, porque la memoria indefectiblemente abrevia y excluye. A través de los ojos y el alma sensibles de Andrés, la intimidad universal de un film de Bergman y el Rebelde <i>con</i> causa de Nicholas Ray, al igual que la lucha generacional y cultural de Esplendor sobre la hierba de Kazan. Algunos de esos apuntes son y serán -para mi- un leit motive, una incitación, al placer de salir y asomarse por la ventana al mundo, para entenderlo o desentenderlo por completo. La vigencia de la buena literatura, es decir, de aquella que nos cautiva -dejando afuera toda clase de intelectualismos- radica en un fenómeno casi epidérmico. Como un pinchazo por el que se infiltra la pasión y fluye dentro de nosotros y entonces ya no somos los mismos. Porque vivir, amar, ver películas y leer sin pasiones, es un absurdo rotundo o una gran pendejada. Seguramente Caicedo los estará esperando en algún sitio, eso si, esténse preparados para tremenda Salsa.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
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</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><br />
</div></div>Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-68688070019283179882010-12-31T12:22:00.000-08:002010-12-31T12:22:07.747-08:00En Voz Alta Nº 4... ya está circulando<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvVJF9R-tIy-U-XoECwGuo5w6uMtX7jLoOZf7i7eYQenO6jmKvexDcHKnCtO-wazHPSqZbL-UDOcVAOd-oIp51ZsmaA7SrjYD5FP7Sef71xJ5uQXOa4Noxj1qcZmEZfhUi9_M553N6HS_A/s1600/54756_1788982086973_1312203988_2010378_545757_o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="221" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvVJF9R-tIy-U-XoECwGuo5w6uMtX7jLoOZf7i7eYQenO6jmKvexDcHKnCtO-wazHPSqZbL-UDOcVAOd-oIp51ZsmaA7SrjYD5FP7Sef71xJ5uQXOa4Noxj1qcZmEZfhUi9_M553N6HS_A/s320/54756_1788982086973_1312203988_2010378_545757_o.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDKtiVN2SFzazDZHJC-mBCNMEC6KDSucy9h0tNRI4idbhAiBBTw258_fTQo3e8T7rB6MxcLu9Mz-TPz8IrVaXDashU0AN7X4pEBxoVKwTcqZQnU2FmaQ5C12ODRESCbS_9uZ_lTBbEp2I_/s1600/EnVozAlta_Face.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDKtiVN2SFzazDZHJC-mBCNMEC6KDSucy9h0tNRI4idbhAiBBTw258_fTQo3e8T7rB6MxcLu9Mz-TPz8IrVaXDashU0AN7X4pEBxoVKwTcqZQnU2FmaQ5C12ODRESCbS_9uZ_lTBbEp2I_/s320/EnVozAlta_Face.jpg" width="320" /></a></div>Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-72669815990941698982010-11-01T22:36:00.000-07:002010-11-01T22:36:22.171-07:00Nota publicada en el diario Crónica Santa Fe 30/10/2010<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIFHWn0IaNJ311iaT6KvbT_12RC2o3bhckDI5PQfDuRVfYUGxj53K2zeG0ykZ5PXlWg1NugoIuhStX0l236FIMEGkNPc20Lusraik4v5-QwRIUqh0F_TUsK1GqeVoeMZqoWCyJks6bitAk/s1600/mosky.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIFHWn0IaNJ311iaT6KvbT_12RC2o3bhckDI5PQfDuRVfYUGxj53K2zeG0ykZ5PXlWg1NugoIuhStX0l236FIMEGkNPc20Lusraik4v5-QwRIUqh0F_TUsK1GqeVoeMZqoWCyJks6bitAk/s640/mosky.jpg" width="480" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsNM7xKgChv7paiyveVzJPLeE7doaGeWsp7aVny1rnjADOdPEvMbXdVJoQdqgAoy7bea_XF_w-MAJj1vtsk9nxwJw6DqNaL24YUY2Z5S4i96FiiGf8juTsP54K6KXTG72gTHJYPtf4r2hS/s1600/mosky+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsNM7xKgChv7paiyveVzJPLeE7doaGeWsp7aVny1rnjADOdPEvMbXdVJoQdqgAoy7bea_XF_w-MAJj1vtsk9nxwJw6DqNaL24YUY2Z5S4i96FiiGf8juTsP54K6KXTG72gTHJYPtf4r2hS/s640/mosky+2.jpg" width="490" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Titulo de tapa</td></tr>
</tbody></table><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div>Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-65454729915015771852010-07-07T14:39:00.000-07:002010-10-08T19:28:47.600-07:00" Si yo fuera Maradona…”<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGjvNu6aY-8UbEcON5tl2AYYLMhzSPojrVErWVURiH9VrT4oUK5zxIh4Wl-i952dWdjb7JY9HbaNplpjhlHtD5EqeUmdR6_AjWvO9m6Eo73lfPt_h2Os-Lg_SdN-av07gf_NdCfisnqL7X/s1600/ol%7Be.bmp" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" rw="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGjvNu6aY-8UbEcON5tl2AYYLMhzSPojrVErWVURiH9VrT4oUK5zxIh4Wl-i952dWdjb7JY9HbaNplpjhlHtD5EqeUmdR6_AjWvO9m6Eo73lfPt_h2Os-Lg_SdN-av07gf_NdCfisnqL7X/s320/ol%7Be.bmp" /></a>Durante el mediodía del lunes pasado abriéndome paso en pleno “veranito de San Juan”, yendo a la parada del cole pasé por un kiosco de diarios, y como parte de un ritual callejero y cotidiano hice el ejercicio obligado. Me paré a observar y comparar, de pasada -porque es entretenido y más barato- los titulares de los diarios más importantes (¿?). Esta será, de casualidad, la segunda vez en mi vida que reparo en Olé. En general y sin miedo confieso que no soy futbolera ni le rindo culto a D10S, pero si, en el mundial y casi todos los días, soy argentina. Quiero decir que no fui yo quien buscó con la mirada la portada clarinista-futbolera, sino al revés. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Este titular, tramposo y cobarde, se clavó en mi pecho Nac & Pop con el que con tanto orgullo últimamente me ando. Dicho titulo, amarillo, gigante y con mucho arte decía: “¿Qué festejamos?”. Las comillas no son mías, por eso lo de cobarde. Una vez más los medios operan insistiendo en atenerse a una ideología de la representación objetiva que a esta altura da para la risa. Sobre todo porque se trata de una declaración del mismísimo Diego Armando Maradona, cuando en el 2006 Argentina quedó eliminada de la copa y algo así como 2000 personas se congregaron para “festejar” o manifestarse en apoyo a aquella selección. Esa declaración de Diego, hace cuatro años atrás está groseramente sacada de un contexto y puesta en otro. Exactamente sobre una fotografía tomada a la multitudinaria bienvenida al país que el "Pueblo" le dio a Maradona y a su equipo, el domingo luego de la derrota contra las aves de rapiña alemanas, que nos dejó claramente fuera del mundial. Miren ustedes qué berreta. No es Maradona el que reprocha qué se festeja después de tan “contundente” derrota ante el mundo entero. No. Ustedes verán. Son sus detractores. Son los lacayos del resentimiento los que le atribuyen a Maradona una nueva contradicción. Porque, sino me equivoco, según ellos el actual y polémico DT despreciaría, de acuerdo con aquella vieja declaración, la manifestación de afecto que el (otra vez) "Pueblo" -30.000 personas- le devolvió el domingo por la tarde. ¿Querrán decirnos a través de Maradona que somos mediocres y conformistas? ¿Que somos estupidos, fracasados, incorregibles? Si yo me tomara la molestia de contestarle al diario/monopolio en cuestión le diría, entre otras cosas, que acá no se festeja nada. Las banderas desplegadas entre los miles de hombres y mujeres que se acercaron desde distintos puntos del país al predio de la AFA no constituyen una expresión de alegría triunfalista. No hay victoria que celebrar y la gente lo sabe.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW11Xc6KuZpe-x1zeLx5yLhgRsxuZ-AccUnjHEUOp1bEeY7VfslGuWjqThVruKmAI1kVeij921d2AdOnZ3ydsmRoR3aRX2Uet_8CIMhz4GgDLADz-e2DWMGdq2IhNIhQtzfyNuvzbIlvMu/s1600/1230327.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" rw="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW11Xc6KuZpe-x1zeLx5yLhgRsxuZ-AccUnjHEUOp1bEeY7VfslGuWjqThVruKmAI1kVeij921d2AdOnZ3ydsmRoR3aRX2Uet_8CIMhz4GgDLADz-e2DWMGdq2IhNIhQtzfyNuvzbIlvMu/s320/1230327.jpg" /></a></div><div style="text-align: justify;">Lo que si hubo fue la necesidad de decirle a Maradona y a sus jugadores caídos: “tu no moriste contigo”. Si “el Diego” es de todos, sus fracasos en efecto, también lo son. Sobre todo si la derrota viste los colores de la albiceleste. Pienso que si el fracaso es colectivo la tristeza se comparte y así también se mitiga. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Pero también se trata de algo que este pais a pesar de todo conserva: se trata de algo emparentado con el sentimiento de "lealtad". No es mi intención darle un tinte peronista a la nota. Pero quiero volver sobre la concepción de lealtad que han tenido los sectores populares de este país para con sus representantes, y que por tradición, han sido despreciadas históricamente por las elites. Y este desprecio expresa cabalmente la contradicción entre los intereses de unos y de otros.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Un escritor, al que admiro pero con el cual desde mi humilde lugar de periodista inexperta discrepo, llama a este fenómeno como el “Gordismo”. Desde ya queda claro el sentido peyorativo que al término mi "amigo" le da. El gordismo connota lo obtuso, lo vulgar. Para él somos gordistas porque como ciudadanos ilustres del subdesarrollo, somos esclavos de la representación, y por eso enaltecemos a tipos como Maradona, así como a la figura de Perón y en la actualidad a los Kirchner. Entonces somos esclavos de representaciones totémicas, valga la redundancia, im-pre-sen-ta-bles. De un milico, de montoneros, y de un villero. Habrá de los que sigan hablando de barbarie y modales europeos. De Borges y alpargatas. De Boedo y Florida; de los fundamentalistas del ajuste y los vendepatria, del periodismo "independiente" y de Carta Abierta, o del gorilismo de la izquierda delirante que espera a que todos tengamos un titulo universitario para hacer la Revolución. Pero eso en esta nota no interesa, es pura sarasa de pseudo-intelectuales siempre disidentes y porque si. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Aquí y ahora, si es que somos verdaderos esclavos o niños huérfanos y plebeyos, nos ocupa la crisis más grande de representación cultural en Argentina. De la Argentina mediática o mediatizada. Por primera vez se pone de manifiesto que los medios de comunicación (el periodismo a través de ellos) no nos representan. Y que si el medio es el mensaje, ese mensaje no dice nada de nosotros, y eso es lo que realmente nos importa. Que en cambio siempre (nos) representó el futbol, como expresión cultural por excelencia de esta sociedad, y que en definitiva, también lo hace un gobierno que garantiza ese futbol a todos y a todas. Que en cambio sí nos representa una ley de medios, la cual avale una distribución democrática de los mismos, para poder de este modo vernos a nosotros mismos más democráticos, diferentes, siempre cambiantes, más sanos y sobre todo, sabiéndonos con el poder de elegir. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Hoy no podemos elegir ni el medio ni el mensaje, porque en todos lados es el mismo. De lo contrario, si podemos elegir bancar a Diego. Y quienes se pongan en su contra, se pondrán en contra de este socavado "Pueblo" que lo quiere y lo quiere bien. Porque Maradona hoy, como DT de la selección, o como el más grande jugador de todos los tiempos, es también el que se subió en un tren contra el ALCA en 2004, es el que apoya a nuestras Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, es el que de Villa Fiorito conquistó al mundo entero. Es el ex adicto que apuesta por la vida y la lucidez; es el padre imperfecto y el bocón que interpela a Battler ante la prensa internacional, e invita genuinamente a Torneos y Competencias & Co. a que la sigan chupando. Por todo eso se lo banca. Por lo mismo que los poderes de facto en Argentina piden su cabeza, esperan que le vaya contundentemente mal y ponen detrás de su nombre la letra maldita ((( K))). </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Se tratará de identificación directa o de un ideal: Muchos soñarán con jugar como él, otros con volverlo a ver (en Messi, ponéle), pero si yo fuera Maradona también le diría a muchos que la tienen adentro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgJw0ZXlNU3jkBTcuhNiTbGJtHXvfpAvr4jZC82m17HCvqJfbgGJ066uNCdensX3ybpPROmmq4OonlEBBvF_jNmIccBrwuIRodQEUoloxvNNIgdc_tVujyjv3OGY7n73gZPV-yGPDooxmh/s1600/1230330.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" rw="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgJw0ZXlNU3jkBTcuhNiTbGJtHXvfpAvr4jZC82m17HCvqJfbgGJ066uNCdensX3ybpPROmmq4OonlEBBvF_jNmIccBrwuIRodQEUoloxvNNIgdc_tVujyjv3OGY7n73gZPV-yGPDooxmh/s320/1230330.jpg" /></a>Si usé este titular trucho y artero para mi descargo, y no otro –los hay a amontones- es porque más allá de la vorágine coyuntural, se que este fenomenal apoyo a Maradona en Ezeiza quedará grabado en la memoria de muchos, para no decir arriesgadamente que quedará escrito en la historia. Porque también es una demostración de resistencia contra quienes se arrogan el derecho, o más bien, el poder de hablar en nombre de todos. Esos que hoy y como siempre hablan en nombre del resentimiento monopólico, manipulando y tiranizando la información para generar interpretaciones falsas en detrimento de los sentimientos genuinos de una sociedad. No quiero decir que aquello por lo que se manifiestan los sectores populares -ya sean maradonianos, peronistas, trotskistas o piqueteros- sea lo Bueno o lo mejor, digo que eso es lo legitimo, sobre todo si se lo reclama o se lo reivindica desde ese lugar que les es propio. La calle, la plaza, Ezeiza, el predio de la AFA. La famosa esfera de lo público, de lo que es común a todos. Se trata de aquello que virtualmente se aloja de manera más o menos idéntica en cada uno de los que constituyen ese montón de corazones reunidos y bien apretados. Aunque sea mínimo, aunque sea Maradona y sólo por un rato. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Así fue como después de leer tal cosa retomé el rumbo hacia a la parada, rumiando la mala leche y la humedad, y como si fuera poco me tomé el colectivo equivocado. No le hecho la culpa a Olé, ni a Clarín, ni a los superhombres de Alemania. La verdad es que me di cuenta tarde de que me había tomado otro colectivo. Iba totalmente abstraída en una lectura hasta que de casualidad levanté la mirada y caí en la cuenta de que estaba yendo en dirección opuesta a donde me proponía llegar. El señor del asiento contiguo me confirmó que no era el 133, sino el 113. Tuve que bajarme lejos y caminar mucho para llegar otra vez al punto de partida. La sabiduría de las pequeñas cosas, de lo intrascendente, de lo mundano que significa en una ciudad mediana como Rosario, tomarse un colectivo cualquiera y terminar en otra punta y tener que arrancar de nuevo. Como buena hija del rigor, arriesgué improvisadamente, por no prestar atención, por no querer esperar. Perdí un poco de tiempo, si y una vez más traicioné a la puntualidad. Pero en medio de mis autorreproches del tipo “qué pelotuda”, “dónde me metí”, etc. se me coló una de las ultimas frases de Maradona en la Conferencia post-fracaso mundialista: “No pudimos cumplir un sueño, pero encontramos un camino”. Eso, un camino. Un camino al andar y cuantos más que quedarán por desandar. Después de todo, a quienes preferimos seguir creciendo, el camino es lo que más nos importa. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">* Las fotos son cortesía copy-left del diario La Nación.</div>Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-65857379900667543542010-05-13T09:46:00.000-07:002010-05-13T09:49:06.118-07:00El canto de un elegido<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8E0YZnW0aGF06Yb0ZFY-bZJlClRu1_D2-wb-KX76oTV6PlI5MG9LNmyVmS9JvHmDXqMVEoSoWn5LznzRbxdselqcOrlpajMThuA1_DltZ6ybsOOQZmn9l05sXP8lOH1DzZLf1iq6HSPVW/s1600/pedroaznarblog1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8E0YZnW0aGF06Yb0ZFY-bZJlClRu1_D2-wb-KX76oTV6PlI5MG9LNmyVmS9JvHmDXqMVEoSoWn5LznzRbxdselqcOrlpajMThuA1_DltZ6ybsOOQZmn9l05sXP8lOH1DzZLf1iq6HSPVW/s320/pedroaznarblog1.jpg" wt="true" /></a>(Crónica, septiembre de 2009)</div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">El 29 de agosto Pedro Aznar presentó su último disco “Quebrado” en el teatro El Círculo de Rosario. el “niño culto del rock” hizo un recorrido formidable por su extenso repertorio, junto al excepcional cuarteto que lo acompaña integrado por Alejandro Oliva (percusión), Andrés Beeuwsaert (teclados), Federico Dannemann (guitarra) y Julián Semprini (batería), en un show que duró casi dos horas a corazón abierto. El suyo y el de cada uno de los que estábamos ahí con él, escuchándolo. De paso, aprovecho para decirles a quienes injustamente insisten en acusarlo de tipo frío y ¿desapasionado? que están tan pero tan equivocados que me atrevería a preguntarles qué tan humanos son si frente a éste –sí, admitamos que perfeccionista y un poco obsesivo- músico, no se prenden fuego a la par del mismo. Porque Aznar se planta, baila –vive, sobre todo vive- y arde sobre el escenario, desde el primero hasta el ultimo tema de cada concierto. La atmósfera que se crea, emana de la potencia y del color de su voz. Porque Aznar canta desde el alma y para el alma, con el profesionalismo y el perfeccionismo que lo caracterizó desde los comienzos, junto con el virtuosismo que desarrolló a lo largo de toda su carrera para tocar cada uno de los instrumentos como extensiones mismas de su cuerpo. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Lo maravilloso, es que esa energía arrolladora y candente se contagia. Quien haya reparado, habrá notado que El Circulo se transformó – con permiso de Galeano- “en un mar de fueguitos”. Pedro nos abrazó con bagualas y después nos dijo “Deja la vida volar”, canción de Victor Jara que interpretó a dúo con Mercedes Sosa para su ultimo disco “Cantora”. Después, sacó del baúl temas de Serú, de lo último de Serú, cuando el mismo Aznar iba tomando la posta con temas como “A cada hombre, a cada mujer” y “Déjame entrar”. Brindamos con clásicos de un repertorio compartido con Charly como “Mientes”, “Tu amor” y la versión castellana de “God only knows” de los Beach Boys, por los buenos años 80. También aplaudimos sus grandes éxitos como solista entre los cuales está el pegadizo “Ella se perdió”, etc. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiU0a4Qup_niuA3yOwnG0Zz7yYBWkdg6hu0969-hhJ0Vf04snD2j-WB4ODNUIM_eibKP5f2iHe_R9tWAFWlyxjthdjyUTKVgkEdRLzK5bizbkgxbDnjdS7irZnOdXTnXNAawmUaEQx5p0Rk/s1600/2iw3oe1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiU0a4Qup_niuA3yOwnG0Zz7yYBWkdg6hu0969-hhJ0Vf04snD2j-WB4ODNUIM_eibKP5f2iHe_R9tWAFWlyxjthdjyUTKVgkEdRLzK5bizbkgxbDnjdS7irZnOdXTnXNAawmUaEQx5p0Rk/s320/2iw3oe1.jpg" wt="true" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Ameno batifondo se armó entre los viejos de siempre, y la potencia de todo lo que recién sale al mundo-desde el corazón mismo de Pedro- como Quebrado, Fugu, Claroscuro y Nocturno Suburbano. Canciones que componen el último disco, que van desde el más puro folklore hasta un potente rock con letras profundas y viscerales, pero que no pierden la cadencia y calidez del virtuoso bajista que gentilmente vino a compartir. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">De pronto cambió el compás del asunto, pero no el agite de emociones profundas. De una dulce balada como “A primera vista”, Aznar ya nos estaba haciendo jirones el alma, mientras parecía que se le desgarraba la garganta, implorando un empujón del diablo pa’ enamorar en “Zamba de carnaval” de Ángela Irene. Y qué decir de la bellísima "Décimas", canción que Pedro pidió prestada a la chilena Elizabeth Morris, y sobre la que se tomó el atrevimiento de agregarle una estrofa para hacerla aún más hermosa. Dato que por otra parte ofreció sobre el escenario, en el que cada tanto charló con un teatro repleto. Hablando como un tipo común, de igual a igual, con el humor sutil que lo define, fruto de la inteligencia y la modestia de quien pese al genio, tiene los pies sobre tierra firme. Quizás una no esté acostumbrada, y por eso agradezca el gesto que tuvo Aznar de contar desde qué rincón de su ser brotaron las distintas canciones de Quebrado, las que compuso él y las que eligió para homenajear a quiénes hicieron la banda sonora de su adolescencia: "Tomorrow never knows", que en su placa Mudras grabó en vivo tendido de un arnés -como lo había pensado John Lennon pero que nunca llevó a cabo- y que esta vez interpretó sobre las tablas, pero creando la misma atmósfera onírica y psicodélica del excepcional tema de los Beatles; incluyendo "Angie", la romántica balada de los Stone, "Fragilidad" de Sting y "No es una pena" de George Harrison en una dulce pero poderosa versión en castellano. Además de "Credulidad" del flaco Spinetta y "Confesiones de invierno" de aquel Charly de los 70’. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPmaPqJtN-rxkdJR5hIstJXuNPQJk4rHIbDz_sIKFOXW1juJ4_i-fEGk2kVhnTRqQAkq6YEsCTW6U3TgME6vbKlhG5X5WfI3PSsUcUuDOli69hESc8h_vyfCGY2Z8cXlKWieh2TEnz20ac/s1600/7016_espectaculos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPmaPqJtN-rxkdJR5hIstJXuNPQJk4rHIbDz_sIKFOXW1juJ4_i-fEGk2kVhnTRqQAkq6YEsCTW6U3TgME6vbKlhG5X5WfI3PSsUcUuDOli69hESc8h_vyfCGY2Z8cXlKWieh2TEnz20ac/s320/7016_espectaculos.jpg" wt="true" /></a>El show tuvo dos intervalos. El primero, en una ofrenda al más grande exponente del folklore y la poesía de estas tierras, Aznar recitó el poema “Destino del canto” de Atahualpa Yupanqui. Siempre con la voz firme en cada verso del legado que el gran maestro supo dejar: “La luz que alumbra el corazón del artista es una lámpara milagrosa que el pueblo usa para encontrar la belleza en el camino (…) Si tú no crees en tu pueblo, si no amas, ni esperas, ni sufres, ni gozas con tu pueblo, no alcanzarás a traducirlo nunca.” Porque si Pedro tuvo que irse tan lejos para volver a sus raíces, para fundirse en el barro de la canción latinoamericana y alumbrarnos, entonces lo perdonamos. Le perdonamos que en 1982 siendo apenas un pibe haya abandonado -y disuelto- una de las mejores bandas que dio el rock argentino para internarse en el Berklee College of Music en Boston, Estados Unidos. Para volver diez años después -luego de formar parte del Pat Metheny Group con el que realizó varias giras por el mundo como multiinstrumentista y vocalista- a cantarle definitivamente a la madre tierra, para erigirse de manera indiscutible en uno de los referentes de la música popular contemporánea. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj30ts2h42JhyNgsr0haLrG1_yYvqKBWzDj1p6Mqd7k0m9PlgcoRRxmvzW__DRzikFqyn4bXzjEqSV3ndxJKczny_GpoJtdVFVuVwCaEzsCDIshxrugwqTe_Y-HspBGz0hoHfDXzfPtQTaC/s1600/Pedro+Aznar+l15926481705_269.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj30ts2h42JhyNgsr0haLrG1_yYvqKBWzDj1p6Mqd7k0m9PlgcoRRxmvzW__DRzikFqyn4bXzjEqSV3ndxJKczny_GpoJtdVFVuVwCaEzsCDIshxrugwqTe_Y-HspBGz0hoHfDXzfPtQTaC/s320/Pedro+Aznar+l15926481705_269.jpg" wt="true" /></a>Volviendo a su último concierto en la ciudad, el segundo intervalo estuvo a cargo del maestro Alejandro Oliva que con una excelente pieza de percusión se ganó el aplauso y el deleite unánime de un público que - a esa altura- ya estaba muy conmovido. Imagínense llegando al final, cuando Aznar con su voz y una caja andina entonó algunos versos de “Tan alta que está la luna” de Quilapayún: “Vamos vida, yo ya me voy. Con mi cajita de cuero te digo adiós, te digo adiós” cantamos todos a coro. Pero la sinergia del encuentro fecundo entre Aznar y su público llegó inevitablemente a su fin, luego de que el cuarteto de músicos se despidiera, para quedarnos sólo con la presencia del músico. Sin micrófono y con guitarra en mano, Aznar se sentó a la orilla del escenario, ante una multitud que lo contemplaba en silencio y afinó dos temas sencillos -pero cálidos y a la vez tristes- como "Junk" de Mc Cartney y "Love" de Lennon. Una a una, las canciones de este repertorio son una porción, un pedazo de si mismo. La grandeza de un artista radica en el respeto y en la entrega total hacia su arte y hacia el público. La grandeza de un artista como Aznar hace que quienes nos sentamos para escucharlo un rato, salgamos flotando, por el mismo lugar por donde entramos caminando. Porque definitivamente si él es un elegido, si fue señalado por la tierra, entones ninguna tumba guardará su canto. Al menos yo me lo llevo conmigo. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div>Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-68076989610186707702010-05-13T08:47:00.000-07:002010-05-13T08:47:17.588-07:00Rep for the masses<div style="text-align: justify;">(Nota publicada en Revista Caleidoscopio, N° 4, año 2009)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGeHs0ZPz881le0B-9-wyGGRYISZbOJsoa7lE7RdXe3sr3ac-OhFUDClkULf1Z74l0gyqgzQDxpeOrQ74W8_JOvlQx6eaME_wj6fz5mO_lWRMQ7yDB4-uPzXtEXoT1j26XPyC64h7_5IAe/s1600/1212443625ar.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGeHs0ZPz881le0B-9-wyGGRYISZbOJsoa7lE7RdXe3sr3ac-OhFUDClkULf1Z74l0gyqgzQDxpeOrQ74W8_JOvlQx6eaME_wj6fz5mO_lWRMQ7yDB4-uPzXtEXoT1j26XPyC64h7_5IAe/s320/1212443625ar.jpg" wt="true" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">El nuevo libro de Rep, reúne las portadas que ilustró para la colección Claves para todos de la editorial Capital Intelectual y que aborda temas de política, historia, ciencia y cultura.</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">El sábado 12 de septiembre estuvo Miguel Repiso presentando su último libro “Rep para todos” en Tercer Mundo y se sentó en el banquillo del equipo radial Tropofonía, en compañía del dibujante Max Cachimba. Cuando terminó me acerqué y charlé un rato más con él. </div><div style="text-align: justify;">Este dibujante, humorista grafico y autodidacta publica una tira diaria en Página 12 desde los orígenes mismos del diario. También ha publicado historietas y dibujos en numerosas revistas, entre ellas Humor Registrado y Fierro.</div><div style="text-align: justify;">En general Rep es conocido por ser el dibujante al que “no se lo entiende”. Probablemente sea el más esquivo con la literalidad o el más certero poeta de la ilustración, porque a veces te lleva hacia ese lugar donde no tenías pensado ir: a la duda, o a la repregunta.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Repasando un poco los años que lleva encabezando las contratapas de Página Miguel apunta: “Lo que hice en los tres primeros años de mi laburo en Pagina 12, es horrible. Porque estaba en constante crisis. No encontraba el estilo, no encontraba el formato de decir las cosas que yo antes decía en un largo aliento. Pensaba que me iban a echar, hasta que encontré el tono del lector: descubrí que el lector era Gaspar, y que a Gaspar lo tenia que criticar.” Y siguió Rep: “Cuando encuentro a Gaspar el Revolú, que es el típico progre, psicobolche y pelotudo, encuentro algo que decir en el diario, y es criticar a ese lector que se conforma con estúpidas frases de Galeano, de Benedetti, bla bla bla”.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgT82KGCOtzdna7wuQ-AYEB4myVH-0_Fo_LdJHE5FOhgxioGUlyvhp6Xa-ppElLOWgdrvyG52MMD158MHH1nF5UIR2sxyoIwxNlq_KwqIeayLagYhQTA4lJOQ2XaySxBOox1QVz8ZkdynnW/s1600/rept.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgT82KGCOtzdna7wuQ-AYEB4myVH-0_Fo_LdJHE5FOhgxioGUlyvhp6Xa-ppElLOWgdrvyG52MMD158MHH1nF5UIR2sxyoIwxNlq_KwqIeayLagYhQTA4lJOQ2XaySxBOox1QVz8ZkdynnW/s320/rept.jpg" wt="true" /></a>Gaspar el Revolú, es el personaje más conocido de Miguel en las tiras del matutino, como también Lukas, El culpo o el Niño Azul, entre otros que cada tanto aparecen el la historieta. Porque como reveló, después de 9 años decidió dejar los personajes para todos los días y que se le ocurra una tira cada día de situaciones distintas. Repiso también habló del rol social de los dibujantes: “A mi me hinchó las pelotas el humor político básico, este de dibujar a los ministros y políticos, etc. Me parece que es hacerles un favor. A mi me parece que el verdadero humor social y político, es ese que ocurrió en la Comuna de Paris en el siglo XIX, en La República de Weimar de la Alemania de los 20, y que ocurre en la Argentina de hoy, y es el humor social, lo que pasa en la calle. Entonces en vez de dibujar a tal o cual tipo de la farándula política, dibujas a la gente que está en la calle que es lo que verdaderamente está pasando” ¿Y qué está pasando? Es la pregunta que no pude dejar de hacerle a Rep, que en su condición de artista integra un medio de comunicación, por lo que se ve íntimamente ligado al conflicto de la mediocracia argentina: “Es verdad, uno es un artista, o por lo menos labura en este tipo de artesanías que no entra en lo que es lo habitual del periodismo. Yo soy artesano en medios bastante frontales, yo no estoy en diarios de mierda como los Dos Grandes, estoy en un diario frontal con ideología muy clara. Esa es mi postura también acompañando al medio en que laburo, pero tampoco adhiero a toda la editorial de Pagina 12, yo no adhiero a un oficialismo a ultranza. Yo adhiero a ciertas banderas por las cuales hemos laburado y luchado desde hace 26 años, y algunas encarnan el diario y otras están en otros espacios”. Inevitablemente terminamos hablando de la ley de radiodifusión, y Miguel fue muy claro: “La ley tiene que salir, sino es una derrota inmensa dentro del campo popular, más allá de lo que le pase al gobierno y que se banque la que le viene en ese caso”. Y con esto cerró Rep: “Hace veintipico de años que estamos esperando que se derogue la ley de la dictadura, el que discute eso es un golpista. El que no quiere ésta ley, es porque quiere seguir con aquella, y el que quiere seguir con aquella tiene nostalgia de la dictadura, así de básico”. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-60530617907507344632010-05-13T08:38:00.000-07:002010-05-13T08:38:03.363-07:00Babasónicos y Mucho más<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ71TVnXtYF-J9ydHRorrCcI6RMeTosmUzL77Jm-rDEGl-5gnwFJWq89asDcKOdDQlVvY1M28mE-_C94oW9HBXaRQ1WMexLecOcbgKVw5z4TXhhaXJxTTqQ4majZs-1eZhfIAe8t6LvdX9/s1600/3846144115_a62117dcff_o.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ71TVnXtYF-J9ydHRorrCcI6RMeTosmUzL77Jm-rDEGl-5gnwFJWq89asDcKOdDQlVvY1M28mE-_C94oW9HBXaRQ1WMexLecOcbgKVw5z4TXhhaXJxTTqQ4majZs-1eZhfIAe8t6LvdX9/s320/3846144115_a62117dcff_o.jpg" wt="true" /></a></div>(Nota publicada en Revista Caleidoscopio, N° 3 año 2009)<br />
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<div style="text-align: justify;">Una vez disipado el temor al contagio de la sacrosanta gripe A y a pocos días de emprender su gira por los Estados Unidos, Babasónicos pasó por Rosario para presentar en Willie Dixon su última placa discográfica “Mucho+” junto con un repertorio generoso. El cual contempló a los fervientes seguidores de siempre, con algunas perlas de los viejos tiempos como “Natural” (de Pasto 1992) y “Montañas de agua” (de Trance Zomba 1994), y a los rezagados fans de la última etapa, que se enardecieron con los hits de los discos más recientes. </div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Dixon no es exactamente el lugar apropiado como para crear un climax glamoroso -por suerte- al mejor estilo babasónico post-Jessico. Pero es cierto que más allá de las condiciones edilicias del aclamado Templo Sudamericano del Rock, la banda de Lanús pudo sacarle brillo a la noche con su arrogancia rockera, con su impronta ácida y sexual. Empero, Sin dejar de lado la provocación y la irreverencia, los forajidos de siempre cautivaron a un público heterogéneo que sufría espasmos de histeria en proporción a los movimientos de caderas con los que Dárgelos-por fin y casi llegando al final- se dignó a ofrendar, para erigirse con todo su esplendor en el Sandro de America postmoderno, pero más, mucho más psicodélico. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Allá por los 90’ Babasónicos se inscribió en lo que fue la generación sónica de la escena under del rock porteño. Hoy son banda de culto, no sólo en Argentina sino en el resto del continente americano. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tras “Infame” y “Anoche”, “Mucho” es el tercer disco consecutivo con el que la banda se alza con el Premio Gardel por “Mejor álbum de grupo rock”. Merecido reconocimiento a una banda que lleva 17 años en la prolífica labor de generar mucho más que rock, con el afán de conseguir cada vez una mejor performance lírica y de puesta en escena. Babasónicos cambia de piel porque evoluciona, pero la desfachatez se mantiene a flor de piel, porque siempre están revoloteando en alguna zona confusa, demoliendo las acartonadas concepciones en las que están insertas las nuevas D-generaciones. En cada canción florece un vergel de poesía que, repleta de clisés y estratagemas harto empalagantes, componen la sinfonía del cortejo. Ritual donde comienza y termina la Gran Aventura de la nueva era de la insatisfacción, que se anuncia en plena metástasis de narcisismo y donde lo importante es, ante todo, aprender a fingir. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-26050013667166000062010-03-31T16:44:00.000-07:002010-03-31T22:20:46.155-07:00David Lebón: En la vereda del sol, otra vez…<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEit0tJ1sdXkaIhWavr_TVviG7jJYGb4P6NtA8GP0YcqOBkNEMHeA4rT3XZrZKSq9WT9NIPLiDknuf3_vmspuC7GjyGfAy0dMVlp-f6-Tj0l7ncbx02aAplZTm0dd2tiXmp7HEZIDqXQ2tFS/s1600/DSC_0019.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: right; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" nt="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEit0tJ1sdXkaIhWavr_TVviG7jJYGb4P6NtA8GP0YcqOBkNEMHeA4rT3XZrZKSq9WT9NIPLiDknuf3_vmspuC7GjyGfAy0dMVlp-f6-Tj0l7ncbx02aAplZTm0dd2tiXmp7HEZIDqXQ2tFS/s320/DSC_0019.jpg" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">En agosto del año pasado David Lebón estuvo en Rosario para presentar su último disco y Caleidoscopio tuvo el honor de entrevistarlo. El encuentro estaba acordado el 14 de agosto para las seis de la tarde en El Cairo. Día terrible, húmedo y caluroso. Entre el ruido del bar, David estaba charlando con otros periodistas sentado en un sillón, y ya de lejos se le notaba en la cara todo el peso del clima. A pesar de sentirse pésimo -tenía la presión por el piso- tuvo la gentileza de quedarse a charlar amablemente de su vida, de todas sus bandas y su carrera solista, de sus amores y sus eternos y entrañables amigos. Habló del rock actual y de su ultimo trabajo discográfico, Deja vu, que como explicó “el nombre tiene que ver más con que esté Spinetta a cargo de la tapa y Gustavo Gauvry en producción, los mismos con los que hice El tiempo es veloz (1982)”. Disco ante todo blusero, y también cargado de enérgicas guitarras que redoblan la apuesta a la última etapa del músico como solista. Ya no tanta balada, David volvió de un extenso retiro para cantarle otra vez a la vida con la poderosa impronta rockera de antaño. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBb0xcKKcp4KRDAj8XswAeUKmyGfHQuRKabXSEQktuoUarmGzvizcXKwa0OGjhlrf-OUiDYYJoi9XWh8h4sA2aYHnGwieWUWGTNC5iCU6HsAuxTkNkeeywBDON5lfEahCfARfGKusa7N7u/s1600/DSC_0016.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" nt="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBb0xcKKcp4KRDAj8XswAeUKmyGfHQuRKabXSEQktuoUarmGzvizcXKwa0OGjhlrf-OUiDYYJoi9XWh8h4sA2aYHnGwieWUWGTNC5iCU6HsAuxTkNkeeywBDON5lfEahCfARfGKusa7N7u/s320/DSC_0016.jpg" /></a>Para empezar, recordemos que Lebon es el aficionado más celebre que dio la historia del rock por estas latitudes. Desde los comienzos mismos se coló en casi todas las bandas más influyentes, siempre con un instrumento distinto al hombro: “Eso me pasó por locura de querer tocar. De chiquito en la escuela tocaba con lápices, hacia ruidos con cualquier cosa...estaba siempre buscando hacer sonar algo. Cualquier instrumento que me daban yo lo agarraba y a los dos días lo estaba haciendo sonar. Las ganas de tocar nomás.” En ese afán se alineó desde muy joven en la primera formación de Pappo’s Blues en bajo y guitarra, luego en Billy Bond y La Pesada del Rock and Roll; fue baterista de Color Humano y se cargó la viola en Pescado Rabioso al mismo tiempo que colaboraba en guitarras con Sui Generis, y en teclados en el grupo sinfónico Espíritu. También participó de la segunda grabación de la Biblia de Vox Dei y se integró nuevamente a la formación de Pappo’s Blues. A mediados de los 70 David fundó Polifemo y luego Seleste, banda que abandonó para pasar a hacer historia con Seru Giran. En casi diez años, Lebon se despachó un recorrido artístico envidiable. “Cuando miro para atrás digo que me tocó a mí ser el único que tuvo la experiencia de tocar en los grupos más importantes.” Reflexionó el músico luego de un breve repaso consciente que “ahora de grande” suele hacerse. “Todas las bandas fueron increíbles, pero Pescado Rabioso fue la banda donde más me gustó estar, por la edad y por la experiencia de estar con Luis (Spinetta) y el negro Black (Amaya).” Reconoció David, con una sonrisa y cierta picardía que quien sabe qué recuerdos esté invocando. Seru Giran sin dudas, marca otra etapa en la carrera del “Ruso”, donde fue distinguido como "Mejor Guitarrista" por cinco años consecutivos. Se podrá leer por ahí acerca del papel secundario o “eclipsado” de Lebón en esta legendaria banda. En general y por oficio, al periodismo le gusta establecer bajo ciertos presupuestos, verdades absolutas y capciosas. Pero creemos, Lebón nunca estuvo a la sombra de nadie. Sin embargo nuestro “prócer sin bronce” – como otros más justos lo llaman- no reniega tanto del asunto, ni de la falta de reconocimiento a su trayectoria: “A veces me enojo un poco, porque los premios son un regalo lindo, te hacen sentir bien, pero en realidad al premio ya lo tengo.” Confesó airoso, como quien lleva 40 años en el ruedo de esta maquinaria, pero también consciente de todo el amor con el que emprendió -solo o acompañado- la misión de rockearla.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>- ¿Con qué cosas te encontraste en el camino desde “yo lo soñé” (2002) hasta llegar a Deja vu.?</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hu, qué se yo. Encontré más paciencia, me di cuenta de que esto más que un vicio, es una cosa que tengo adentro mío que no puedo parar, el hecho de tocar. A veces no tengo ganas, como por ejemplo hoy. Hoy tengo ganas de estar en la cama, pero tengo que hacerlo y me encanta tocar, sobre todo, tocar en vivo y transmitir y de retribuir a lo que la gente te dice cuanto están agradecidos. Como vos me decías que escuchabas desde hace mucho los discos, y es un lindo regalo, la verdad es que vivir así es hermoso. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>-Una vez más, Spinetta se hace cargo de la tapa de un disco tuyo… ¿no te animaste a pedirle que toquen algo juntos? </strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Luis, es un amigazo, yo lo respeto mucho y me da vergüenza a veces pedirle cosas, porque se que… que nada porque me da vergüenza, nada más. Inclusive tuve un sueño en el que yo le iba a pedir la tapa, y me daba vergüenza y no se la pedía. ¡Cómo una pesadilla! Y me llamó él, que quería hacerla porque se había enterado y me dio 766 dibujos que son todos círculos de distintos colores, hermosísimos todos. Como mandalas y me costó mucho elegirlo, además después veía círculos por todos lados. (risas) El que elegí tiene colores muy bonitos, muy suaves. Pero a los demás me los dejó, así que yo lo adoro, estoy súper agradecido. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>-Igual contaste con otros grandes músicos para el disco</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Si, lo que pasa es que yo admiro mucho a otros músicos como a Ricardito Mollo. Me fascina como toca y sé que nos queremos mucho los dos. Con Juanse es la primera vez que hacemos algo juntos, pero Juanse es muy rollinga, entonces me gusta mucho lo que aporta. También hay guitarras de Silvio Furmanski, pero siempre en el medio estoy metido yo, claro. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>-“No quiero encerrarme, no voy a cambiar”, habla de tu momento, en el que venís de nuevo a ocupar tu lugar. ¿Cual es ese lugar?</strong> </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mi lugar es el de trabajar, que estuvo vacío en un momento dado, porque lo que yo hago, no lo hace nadie. No hay musicalmente una banda así, y muchas veces dejé de ocuparme de ese lugar por buscar otras cosas en mi vida personal que me parecen importantes también, buscar también mi vida para mis hijos, para mis nietos, y cosas distintas. Entonces esto es como decir, “volví”. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>-¿Cual es la colaboración de Hilda Lizarazu en el disco, además del aporte de su voz?</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">(Risas) Hilda es una gran música, es una persona muy bella y tiene mucho criterio. La idea de llamar a Gustavo Gauri, así como el solo de una hora de (tema) en la que arranco yo y Mollo hace la otra parte, como en muchas otras cosas fueron ideas de ella. Se metió mucho y tiene muchísimo que ver en el disco y la verdad que yo estoy muy agradecido. Nos conocimos hace tres años en Cuba. Osea, yo la conozco desde el 84, pero digamos que lo nuestro de mirarnos distintos fue en Cuba. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>- En Y es así tu amor decís “ya nadie tiene gusto, ya nadie toca con amor”… ¿es una critica al rock argentino de hoy?</strong> </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hay algunos grupos que hoy tienen todo muy fácil. Los instrumentos, ya podés grabar, hay estudios por todos lados, y por ahí falta un poco más de experiencia, un poco más de amor y cariño al trabajo. No se, en mi época cuando yo empecé a tocar era mucho más complicado, entonces eso me dio mucha fuerza para seguir haciéndolo. Ahora tenès un disco y podés hacer el loco y salir a la calle disfrazado, romper cosas, ha cambiado el sentido.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>¿Y en cuanto a la calidad?</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y ahí le pegaste en el punto justo. Hay muchos grupos que me cuesta aceptarlos. Me cuesta mucho hablar de mis colegas, porque yo quiero que les vaya bien. Pero no hay muchos que me gusten, por ejemplo Los tipitos o Divididos que hace mucho ya que están. Y después hay bandas que escucho en la radio, pero tampoco les presto mucha atención. Pero entre mis pares ahora hay un músico que se los recomiendo a todos que se llama Keb Mo es un señor de color que hace un blues muy distinto. Yo recomiendo que lo escuchen…y después siempre a mis amigos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>- hablando de amigos, el último track del disco es Viernes 3 am…</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Claro, porque yo no participé en la grabación con Serú. No está la viola en el tema, además porque no daba y era un tema que a mi me encantaba, yo lo escuchaba al costado del escenario cuando lo tocaban. Y como es una canción muy bella, ahora me di el gusto. Me desquité. Lo que tiene el tema es que… es un suicidio que prácticamente no te dan ganas de suicidarte porque es muy bello lo que el tipo ve. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>-¿Estás en contacto con Charly?</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Estamos ensayando en la misma sala, así que nos vemos seguido. Yo inclusive lo sueño, dos o tres veces por semana y lo veo cada vez mejor. Yo lo quiero mucho.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>-¿Y del reencuentro con Pedro? </strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgej0AhVNo9e3m57rd20cE-L9NJmaUX_qE3Jgt3OqD1kI5Dw37wbVRqESmFgNPce0RMbyJheYkaR8SECRofyLkZF9waRdzLnhvnGSeEsumkAap9FKJTjJ_YtGdA3iAbR997NpZIzbU3ZCET/s1600/dy+yo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" nt="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgej0AhVNo9e3m57rd20cE-L9NJmaUX_qE3Jgt3OqD1kI5Dw37wbVRqESmFgNPce0RMbyJheYkaR8SECRofyLkZF9waRdzLnhvnGSeEsumkAap9FKJTjJ_YtGdA3iAbR997NpZIzbU3ZCET/s320/dy+yo.jpg" /></a>Ah! ¡Con Pedro fue divino! Con Pedro me encanta hacer todo, lo que sea. A pesar de que somos muy distintos de carácter, por eso creo que nos llevamos bien. Este dúo que hicimos fue muy lindo y muy aceptado y no tuvo nada que ver con Serú, la gente lo tomó como algo entre él y yo, nada más. Y quedamos en hacer un disco juntos, más eléctrico. Así que ahí estamos, a la espera.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong>-Ahora que los revivals están de moda y Charly está en proceso de recuperación, volverías a tocar con él o nos conformamos con el reencuentro con Pedro?</strong></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Y bueno es así, para eso tan los discos gracias a Dios. Claro que no es lo mismo que vernos en vivo. Pero quién te dice…por ahí con Pedro y con Charly podemos hacer algo. Pedilo, pedilo... (Risas)</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-17536256428132625222010-03-27T14:59:00.000-07:002010-05-13T08:51:42.554-07:00Hit the road, Jack<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">(Nota publicada en Revista Caleidoscopio, N° 3 año2009)<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN4t-Tg-yO5mvjqVYBRJp8XBPFfS6IIcUfzyTJ6uG2t5FhlmJ16Y3hZfczb_siNha3toqmy_fXE-gOUkKvtsdcTSskcsjDsxJMTWijSHjGIl-TGrEER8OtAvEOLMiTeE_OIiMz8Zas1Ixi/s1600/teletipokerouac.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" nt="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN4t-Tg-yO5mvjqVYBRJp8XBPFfS6IIcUfzyTJ6uG2t5FhlmJ16Y3hZfczb_siNha3toqmy_fXE-gOUkKvtsdcTSskcsjDsxJMTWijSHjGIl-TGrEER8OtAvEOLMiTeE_OIiMz8Zas1Ixi/s320/teletipokerouac.jpg" /></a>Hace exactamente dos años, la editorial Viking Press editó en su formato original “En el camino” de Jack Kerouac (1922-1969), novela autobiográfica y manifiesto de la Generación Beat. En principio, el buen gesto de la editorial norteamericana se debió –suponemos- a una clase de redención por haber rechazado en 1953 editar el rollo de papel de casi cuarenta metros en el que el autor frenéticamente tipeo durante veinte días, recluido en un departamento de Nueva York. Y después porque el mítico libro –el clásico que todos conocemos, resultado de muchísimas correcciones, omisiones y/o censuras- cumplía por ese entonces 50 años. La buena noticia es que este año la editorial Anagrama lo tradujo al español -con nuevo titulo: En la carretera- y lo puso a disposición de los amantes hispanohablantes de la prosa beat. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Resulta una buena excusa la aparición de este mito de la literatura moderna en formato de libro, precisamente porque se trata del corazón mismo de lo que fue la Beat Generation. Esta tribu de hipsters -como se hacían llamar- se diseminaba por las carreteras de “América” con la sola empresa de viajar “porque no había adónde ir excepto a todas partes”, haciendo sus altos en San Francisco y Nueva York, ciudades claves del movimiento por aquellos años.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIyFwG0G2zJKR9FomoAgBR3QrP37xHXdU432ByydPnR5vbAm6tvwSWuKGY-OaND1SdM4AUuJ9Bcof9-kfCIw_0nkOrZX9oBJv88mvOwYl7ODJWxky5spcs3D4hUCPgQPG4pcjG6D1N6bbY/s1600/Jazz_Kerouac.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" nt="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIyFwG0G2zJKR9FomoAgBR3QrP37xHXdU432ByydPnR5vbAm6tvwSWuKGY-OaND1SdM4AUuJ9Bcof9-kfCIw_0nkOrZX9oBJv88mvOwYl7ODJWxky5spcs3D4hUCPgQPG4pcjG6D1N6bbY/s320/Jazz_Kerouac.jpg" /></a>Jack Kerouac y sus entrañables camaradas de ruta, Allen Ginsberg (1926-1997) y William Burroughs (1914-1997)- Santísima Trinidad de esta generación de escritores- fueron los referentes inaugurales de este fenómeno que revolucionó la escena de la bohemia norteamericana de posguerra, a mediados del siglo pasado. Estos beatniks ofrecieron un caudal memorable de experiencias, bajo los estándares del sexo, las drogas, el alcohol y el jazz, que permanecen vigentes en sus obras literarias. Pero la piedra angular de este movimiento, precursor de la contracultura de los 60’ –hippies, místicos, homosexuales y rockers- sigue siendo En el camino. Texto donde Kerouac narró bajo sus propios “principios fundamentales de la prosa espontánea” sus visiones “terrenocelestiales” cómo las describió Henry Miller, y materializó -en éste como en toda su obra literaria- los testimonios de su vida y la de sus congéneres que, frente a las miserias de una sociedad esencialmente materialista, buscaban aquello que siempre estaba en otra parte. Cabe mencionar, aunque sea de soslayo a Neal Cassady, personaje que fascinó a Jack -y a todos los demás-erigido como el titán de la gran epopeya kerouaquiana. En especial en esta novela que lleva como portada una foto suya. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Para penetrar en el centro de estos personajes nada convencionales, es casi imprescindible recurrir a esta obra capital que el Alma Mater del credo beatnik nos legó. Ya sea la versión vapuleada por las editoriales-con las que tanto lidió el autor- como la versión autentica y sin censura que, como dijimos antes, está disponible en librerías para revivir el extenso paseo inmoral por las desoladas rutas estadounidenses.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-84261780045230198522010-03-27T14:49:00.000-07:002010-03-31T17:06:51.904-07:00Fabián Casas: Nuestro Cazador Oculto<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFKo9NLWyj98hcFe6OtVr9118KJlm48ZLi5swcaJdciskw9NEbVh_pOFIAVCKxH-f5vk_YrkLpDwYQf5JYU9gXOk8DK2mW_4Ns0_CSn1USPLC_EUM4i9CC4NEGxudOgHptLyO74H1niZoB/s1600/Fabian_Casas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; cssfloat: right; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" nt="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFKo9NLWyj98hcFe6OtVr9118KJlm48ZLi5swcaJdciskw9NEbVh_pOFIAVCKxH-f5vk_YrkLpDwYQf5JYU9gXOk8DK2mW_4Ns0_CSn1USPLC_EUM4i9CC4NEGxudOgHptLyO74H1niZoB/s320/Fabian_Casas.jpg" /></a></div><br />
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<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">A principios de mayo, Fabián Casas estuvo en Rosario leyendo sus poemas en el Centro Cultural Parque de España, en un anticipo del XVII Festival Internacional de Poesía de Rosario que se llevará a cabo en septiembre. Apenas me enteré fui literalmente corriendo hasta allá, para conocerlo y escucharlo. Con un poco de suerte, también pude charlar con él. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Cuando estuve sentada frente a él no me animé a pedirle que me firmara Ensayos Bonsai que tenía en el fondo de la mochila. Pero mientras ponía mi grabador analógico sobre la mesa le confesé que estaba en pelotas, nerviosísima, que no había tenido tiempo de esbozar ni una sola pregunta, pero que ante todo soy su fan. Así fue como el reportaje devino en charla dónde fue él quien empezó a despuntar solo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me contó que estudió filosofía y que siempre leyó poesía. Que recorrió en moto América y que vivió “como medio año en el Amazonas”. Que hace poco, mientras su mujer estuvo de viaje, se quedó solo en su casa durante tres semanas con su perra a la que le fue contando cosas, y que “de eso salió un cuento infantil medio retro”. Cuento que va a ilustrar su amigo “el chango” (Santiago Barrionuevo), el cantante de “El mató a un policía motorizado”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Con respecto a su trabajo: “Yo soy lo que hay, trato de no mear más de lo que puedo, es muy raro que intente trabajar sobre algo que yo no conozco o no sienta autentico, prefiero hacer otra cosa, hago karate o trabajo como periodista”. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuando le pregunté si se creía el Rocker de la literatura argentina, me dijo que no, pero se rió. “A mi me gusta el rock porque forma parte de mi educación. Para mi toda la resistencia de la dictadura militar fue el rock, una resistencia entre comillas, la verdadera resistencia la tuvo la militancia. Pero desde ese lugar nosotros resistíamos escuchando Artaud de Spinetta. O con los discos que traía mi hermano, o mi primo que era de la JP. Toda esa influencia fue para mi muy enriquecedora.”</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Este poeta, narrador, ensayista y periodista oriundo del barrio porteño de Boedo, se asomó a la literatura argentina dentro de lo que fue la generación de poetas de los 90´, a la que él mismo definió en el prólogo de su “librito” de poesía Oda, como la “camada de poetas poderosos que hicieron que la poesía cambie de piel, para mantenerse viva”. Sigue Casas: “Yo me considero parte de todo el cuerpo de la literatura, junto con mis contemporáneos. Porque la literatura es algo colectivo, no es individual para mí. Yo lo entiendo así, no existe una sola forma de ver la literatura porque eso habla de la precariedad de una cultura”. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Como regla por antonomasia de todo escritor, FC siempre está leyendo: “Soy más un lector que un escritor, leo todo el tiempo. Ahora estoy releyendo a Faulkner y a Onetti, porque estoy haciendo un curso sobre él. Lo leí todo cuando era muy chico, y está bueno redescubrirlo ahora.”</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Dicen por ahí que está casi consagrado como un escritor de culto, o sin exagerar como uno de los mejores de las últimas generaciones. Y ojo con esto, Casas viene conquistando una legión de fans: “Cuando escribo no pienso en los lectores, yo ya había publicado mis libros de poesía en los 90 y Ocio en el 2000, pero era conocido solo dentro de un segmento muy chico de gente que escribía poesía, pero desde que salió Los Lemmings me para la gente por la calle, siento una recepción más popular, más intensa. Gente que es como fanática, me preguntan, me escriben… es raro para mi.” En Rosario al menos, pasa inadvertido y conseguir libros suyos no es tarea fácil. Pero aquí o allá, lo mismo da: sigue siendo under y sobre todo muy punk. Porque no se toma tan enserio eso de ser escritor y porque no tiene urgencia. Pero él está ahí, al acecho, con un ojo en la civilización y otro en su ombligo, porque Casas es nuestro Cazador Oculto (adulto), y mientras juega a las escondidas con el establishment literario se erige en nuestro guardián de la contracultura. “La verdadera contracultura (o cómo se llame) que está sucediendo ahora mismo es invisible. Cuando se hace visible deja de existir”, escribió en La Reacción, texto último y polémico (en el mejor de los sentidos) de sus ensayos Bonsai, donde se declara como un tipo de izquierda y dice que “La mayoría de los grandes artistas son de derecha”. Allí habla de su paso por el PC, de su poster de Invisible y de un Spinetta glamoroso que va de la Casa Rosada al Faena. Del Che y Kerouac. De Rimbaud y el desorden de los sentidos. Todo eso vale la pena ser leído. Eso y casi todo lo demás. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhItglfErLhusWYWeNkbXBdxwb_OUw8YVFndNUEsFZhWT5pVitE-9IchrOJTsEkGBoTTZDdy06Mo8wgX8Mol47DRAPgM2tT4jkBXq_OvYeWmha9RWpZQXqTbt9IqeRIYiUIvelGT0yrD8l9/s1600/2056475080_c593337336_o.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" nt="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhItglfErLhusWYWeNkbXBdxwb_OUw8YVFndNUEsFZhWT5pVitE-9IchrOJTsEkGBoTTZDdy06Mo8wgX8Mol47DRAPgM2tT4jkBXq_OvYeWmha9RWpZQXqTbt9IqeRIYiUIvelGT0yrD8l9/s320/2056475080_c593337336_o.jpg" width="185" /></a>Ensayos Bonsai reúne textos diseminados en blogs, revistas y diarios, donde Casas reconstruye o destruye, en clave barthesiana “mitos” que emanan de la cultura, siempre tratando de “trabajar contra un orden simbólico” pero claro, desde una perspectiva propia, sesgada, suburbana y visceral, y en una prosa al “tun tun” como a él le gusta definirla. Prosa en la que funde y confunde géneros de los que el mismo escritor reniega: “Lo que escribo son una especie de ensayos, pero yo no me preocupo en qué es, no me pienso en género, me gustaría escribir siempre poesía. La poesía es la columna vertebral del arte, no la idea de escribir en verso sino en lo que sea. Básicamente esa es mi formación, vos pensá que en un momento la poesía, la filosofía y la literatura no estuvieron separadas en géneros, eran un mismo libro. Era más interesante, mucho más oscuro en el mejor sentido y más poderoso porque no estaba tan delimitado. Esas delimitaciones están bien para ordenar una carrera, pero cuando uno trabaja tiene que salirse de eso para poder escribir. Si vos te pensás dentro de la literatura no podés escribir, si te pensás dentro de la filosofía no podés pensar.” </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">A Fabián no le interesa ser cool ni escupir cinismo. No es cínico, es terriblemente honesto. No necesita apelar a la ironía. En una sola dimensión Casas te corta el aliento o hace que de pronto te estés riendo de algo que es atroz. Porque lo que dice, lo dice enserio y siempre cargado de esa melancolía atávica y endógena con que hace (su) poesía o lo que sea que escriba. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Es un ser infinitamente sensible, se nota apenas uno lo ve, ni bien uno lo escucha hablar. Es un tipo que en un poema dice que no está dotado para ser feliz y sin embargo escribe, sin quererlo, eso que uno a veces quisiera decir y necesita leer. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4738683736315692316.post-72254172811479799332010-03-20T16:10:00.000-07:002010-03-31T17:07:35.737-07:00She wore blue velvet...<div class="separator" style="clear: left; cssfloat: left; cssfloat: right; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" nt="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqAAK4GvzMKiQTVgN2Zlb5KgL52MK5XJGKwlJOjLf-CPUELyrv_Oo_99aJu8I0_enHy2cqksmOBLBk_RNrUBSbY_ZgPTjtgfxXYrE4zvrlJaB-TcKAVhCJ63kKAmAaHVLSmw34XbNZjVCg/s320/5n0zzk.jpg" /></div><br />
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<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Buscando cosas de Lynch encontré una comparación interesante que hizo hace muchos años el New York Times: “David Lynch es como un Norman Rockwell psicópata” refiriéndose al ilustrador de las familias felices de Coca-Cola*. El director estadounidense se alejó de las grandes ciudades y se situó precisamente en los pueblos pequeños para hacer el recorte, el mejor si se quiere, del lado B del sueño americano. En sus planos quedan afuera los convencionalismos, las buenas costumbres y los hábitos socialmente aceptados. Lynch vuela el piso de una sociedad modelo y deja al descubierto lo que se suele esconder bajo la alfombra (eso que siempre termina por desprender mal olor). En el subsuelo del imaginario colectivo norteamericano -bien reforzado por tipos como Rockwell- es donde Lynch se planta para capturar las deformidades que el arquetipo de la familia occidental siempre ha sabido esconder. Terciopelo azul -o Blue Velvet- filmada en 1986, transcurre en una pequeña localidad de Carolina del Norte donde Jeffrey Beaumont, un joven universitario interpretado por Kyle MacLachlan, de regreso a su casa encuentra entre el follaje una oreja humana. A partir de allí se desenlaza esta historia que bien podría ser un policial de medio pelo o un excelente y turbio thriller que pone en el tapete perversiones sexuales que a más de un crítico en su momento le hizo morder el polvo. El aluvión de reacciones moralistas quizás haya sido para Lynch la respuesta que esperaba. “Todo el mundo que hace algo tiene una línea que se niega a cruzar, sea la que sea. (...) Es esa manera falsa de no ofender a nadie. Ser políticamente correcto es como ser tibio, y permanecer en ese extraño rinconcito desde el que no se puede ofender. Es como esconderse». Respondió el director en alusión a muchas de las críticas que recibió la película en particular, y a su inclasificable y controversial estilo cinematográfico en general. Cinta que, a pesar de la moralina, le significó una segunda nominación al Óscar al mejor director.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Sin embargo hoy en día, ciertas escenas que constituyen la esencia misma del film podrían resultar no tan escandalosas, sino más bien grotescas. Me explico: es probable que no nos escandalice ver a Isabella Rossellini siendo sodomizada por un demente, precisamente porque estamos sobreexpuestos a una cantidad obscena de pornografía a diario, vemos desfilar a miles de mujeres-objeto, y no nos detenemos en el impreciso limite entre el sexo mismo y el sexismo que los Mass media nos venden por igual.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZaDCABCF4HUAEaFbdElhPxQboIJCGKeTGeu5v1Z6FGaCJ5la4NlaPwUhxckQZ5UksoHarPGl6TedfXpMdY42vHcitFMGf88NghyphenhyphenUsjPdUtzhOmslU88Hr8SLmJP9wM7DZV4FO4TxvXjXT/s1600/69198990_ph1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" nt="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZaDCABCF4HUAEaFbdElhPxQboIJCGKeTGeu5v1Z6FGaCJ5la4NlaPwUhxckQZ5UksoHarPGl6TedfXpMdY42vHcitFMGf88NghyphenhyphenUsjPdUtzhOmslU88Hr8SLmJP9wM7DZV4FO4TxvXjXT/s320/69198990_ph1.jpg" /></a>En este largometraje, los actores encarnan todo tipo de perversiones, de lo más estereotipadas, reforzando patrones de conducta típicos y llevándolos a extremos aberrantes. Pero en dicha exageración, el gag del director. Dennis Hooper en la sublime interpretación de un lunático criminal -dueño de un siniestro repertorio de patologías sexuales- se gana con honores el rechazo inmediato. Desde las escenas sadomasoquistas en las que somete y degrada a la atormentada cantante que interpreta Rossellini, hasta el frotismo y el fetiche: el terciopelo azul en la boca que alterna con una mascara de oxígeno. Pero la audacia de Lynch radica en la hazaña de generar situaciones en la ambigüedad más incómoda que desorienta a cualquier espectador distraído. Tensiones internas del alma humana que solo Lynch se atreve, provocadoramente, a mostrar en toda su complejidad. Porque así como Hooper es un inequívoco psicópata, la bella y sufriente Dorothy encuentra placer en el dolor. Pero el director va más allá, poniendo algunos elementos fuera de lugar, como al curioso y obstinado Jeffrey Beaumont-el chico bueno de la trama- que dentro de un armario se convierte en un autentico voyeurista. Más tarde se verá también enredado en situaciones violentas y crueles donde definitivamente traspasa el umbral de las buenas costumbres, para luego sentir culpa y remordimiento. Sucede que entre los pliegues de lo cotidiano- ahí dónde media la peligrosa genialidad de Lynch- se vislumbran aquellas “tendencias” que permanecen en mayor o en menor medida latentes en todos nosotros. Y el que sueñe con verdes prados y lluvia de flores, que tire la primera piedra. Para Sigmund Freud los niños hasta cierta edad son perversos polimorfos, que los poderosos mandatos de la civilización se encargan de pulir en el devenir de éstos en hombres adultos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La dirección ofrece una película con lugares comunes-peligro y misterio en un pequeño pueblo americano- y con final feliz, pero en el medio todos los recursos perturbadores de los que se puede valer este director, para darle una estética chocante pero bella. Estética que refuerza con la música que recobra real importancia a la hora de generar el clímax del film con dos de las canciones de la banda sonora. Blue velvet escrita por Bobby Vinton a mediados de los 50, siendo la pieza principal que canta Rossellini- e In dreams de Roy Orbison, que le dan la cuota de sensualidad e ironía que en ningún momento se le escapa a Lynch en medio de tanta locura. En el confuso mundo de Lynch así como en el complejo entramado de las relaciones humanas, el terciopelo azul es aquel placer que nos puede lastimar, y que sin embargo acariciamos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><a href="http://www.youtube.com/watch?v=9UWo8LJnqLc">http://www.youtube.com/watch?v=9UWo8LJnqLc</a>Maria Eugenia Arpesellahttp://www.blogger.com/profile/02711795127326316493noreply@blogger.com0